miércoles, 21 de septiembre de 2011

Burros en alquiler, y los defensores de los animales?


El peso excede la fuerza del animal. Esto sucedió a la altura de la calle 58 con carrera 21.

La tarifa mínima de alquiler de un burro de carga para un día de trabajo pesado es de 10 mil pesos. Bajo el sol o la lluvia, no interesan las condiciones climáticas, el cuadrúpedo en cuestión debe responder con la fuerza de su tracción, de lo contrario, corre el riesgo de ser maltratado como sucede en la mayoría de los casos.

Un burro transporta frutas, verduras, escombros, material de reciclaje, mudanzas, cemento, arena, basuras y cualquier otro artículo de peso.

Hogares enteros dependen de estos équidos para conseguir el sustento y es justamente en las zonas de mayor concentración de pobreza y de escasas posibilidades donde aún se utiliza a este noble animal como a un especie de atlas cargando sobre su lomo el peso diario de una familia entera. Basta con pasar por barrios como Me Quejo, La Paz, Sourdis, El Bosque y Las Malvinas, para conseguirlos en alquiler.

La tarifa depende del dueño, del sector, del estado del animal y de las dimensiones de la carreta.

Algunos los ofrecen a 10, 12 y hasta 15 mil pesos, cifra que puede subir si se suman el megáfono, la silla, el arnés y una carreta de dos o de cuatro llantas, lo que podría representar unos 25 o 30 mil pesos por el día de trabajo.

Quien alquile un animal debe responder por la alimentación que consiste en dos mazos de hierba, 5 libras de maíz, y algo de panela, cuenta José Luis Rico, oriundo de Santa Lucía, sur del Atlántico y quien está dedicado al negocio de la chatarra.

‘Pepe’, un orejudo de mirada cansada y melancólica, viaja sosteniendo 150 kilos de chatarra entre Sourdis y Campo Alegre, de lunes a sábado.

El hombre alquila los servicios de Pepe por 15 mil pesos, pero asume su alimentación y sus cuidados.

Su tío Jorge Rico es propietario de tres burros, trabaja en una finca y los animales son el sostenimiento de su esposa Malfelia Sánchez, que cubre gran parte de los gastos de la casa con las ganancias.

José Luis asegura que “Pepe’ es un animal bien cuidado, sano, en sus siete años de vida no se ha enfermado, está bien alimentado y consume mucha gaseosa.

Africanus Asinus, que es el nombre científico de los burros o asnos, suelen vivir hasta 40 años. Domesticados desde el 5000 aC, fueron utilizados para la carga desde tiempos ancestrales.

Elmer Gómez, propietario de tres animales y quien reside en el barrio El Bosque, dice que él y sus tres hijos trabajan como carromuleros vendiendo frutas.

“Por mi cuadra puedes conseguir hasta 20 burros. También los alquilan, en 10, en 12, en 15, eso depende de la carreta, de como esté el animalito. A mí me molesta que uno ve por ahí mucho animalito llevao, llagoso, enfermo, mal alimentado. Lo peor es que hasta le pegan. A mis animalitos los trato bien, no ve que ellos son los que me dan pa vivir”.

La Policía Ambiental trabaja para hacer cumplir una directiva permanente que empezó a regir desde febrero pasado: que los animales estén en buen estado físico y les den buen trato. En este momento trabajan en un proyecto para contar con un albergue que reciba a los animales víctimas de maltrato.

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Por Carlos Polo

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