Esta vez arremetieron contra las aulas nuevas, que fueron construidas con la cofinanciación de la Secretaría de Educación de Bolívar, a las cuales les quitaron las instalaciones en cobre de energía eléctrica y le arrancaron los interruptores de encendido.
Los delincuentes entraron a la institución por la parte de atrás, debido a la falta de encerramiento que durante años ha soportado esta infraestructura, por no recibir los recursos de calidad educativa para hacerlo, tal como lo exige la norma.
Durante los últimos meses, los pandilleros permanecen con frecuencia en el lustro, sobre todo cuando los estudiantes se encuentran en descanso, lo que preocupa a las directivas, ya que la mayoría de estudiantes son mujeres.
Para Carlos Atencia Vergara, rector de la institución, esta es una situación que se les ha salido de las manos, porque en ocasiones varios docentes han sido agredidos y amenazados por pedirles a los jóvenes en riesgo (pandilleros) que desocupen el establecimiento educativo.
Por su parte, los alumnos ya comenzaron a expresar su preocupación, porque en ocasiones algunos de los pandilleros les han tomado fotos a las estudiantes sin su autorización, por lo que creen que es necesario que las autoridades tanto administrativas como policivas tomen correctivos frente a esos hechos.
“Son 1.200 estudiantes los que tenemos bajo nuestra responsabilidad la mayor parte del día, pero necesitamos que las autoridades nos tiendan la mano, porque en cualquier momento se puede presente un hecho que lamentar”, precisó el rector.
Atencia Vargas recalcó que los jóvenes que ahora atacan y destruyen las instalaciones del plantel, alguna vez hicieron parte de la institución.
“Este es un problema que está afectando a todos los miembros del plantel desde hace varios meses sin ningún tipo de control. El grupo que constantemente acecha las instalaciones del colegio ha atentado contra la planta física, aprovechando que no hay un encerramiento adecuado”, precisó el rector.
Agregó que la solución del problema la tiene en sus manos la Secretaría de Educación Departamental y la misma Gobernación, puesto que ellos conocen la problemática y se comprometieron a ayudarlos desde hace más de un año.
El pandillismo también está afectando las sedes tributarias que se encuentran ubicadas en otros barrios del municipio y en la zona rural, las cuales además padecen por la falta de sillas, ventiladores y tableros para que los estudiantes reciban clases en condiciones dignas.
Trabajo comunitario
La Policía y la Personería adelantan actividades conjuntas para contrarrestar la presencia de estos jóvenes que perturban la tranquilidad de los estudiantes.
El mayor Ramiro Lozano Monroy, comandante del Segundo Distrito de Policía de El Carmen de Bolívar, dice que las pandillas son un problema que se está contrarrestando, para que los menores tomen consciencia de los delitos en los que incurren si hacen parte de estos grupos.
Lozano resaltó el despliegue del plan “Jóvenes a lo Bien”, que adelanta la Policía Comunitaria, de Infancia y Adolescencia y la Personería, para rescatar a los menores de este tipo de conflicto por medio de charlas y talleres.
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