martes, 18 de octubre de 2011

Obama se encuentra listo para destruir a Colombia: el TLC

BOGOTA (Reuters) - El Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos le abre la oportunidad a Colombia para incrementar sus exportaciones y recibir más inversión extranjera, pero la expone al riesgo de aumentar el desempleo y a la quiebra de algunos productores del sector agrícola.
Las voces optimistas provienen del Gobierno, mientras los industriales y empresarios tienen expectativas moderadas y los sindicatos pronostican un sombrío futuro.
Para el ministerio de Comercio, Industria y Turismo, el tratado llevará al país a triplicar en los próximos cinco años el valor de las exportaciones a Estados Unidos a unos 50.000 millones dólares y generará 300.000 nuevos empleos.
Además, atraerá más inversiones y aportará entre medio y un punto porcentual adicional al crecimiento anual de la economía una vez entre en vigencia, posiblemente en un año.
"La importancia del TLC es que le va a dar a Colombia una mayor estabilidad, un mayor aporte de crecimiento económico, le va a permitir que el comercio exterior juegue su rol de antídoto contra las recesiones económicas, de antídoto contra la pobreza y de antídoto contra el desempleo", dijo el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Díaz-Granados.
En el 2010, las ventas a Estados Unidos representaron el 42,4 por ciento de las exportaciones colombianas, lo que le generó un superávit de 6.935 millones de dólares en la balanza comercial con la mayor economía del mundo.
OPINIONES DIVIDIDAS
Pero para la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), en materia laboral el tratado de libre comercio tendría inicialmente un impacto negativo para Colombia debido a que exigencias laborales y de protección sindical hechas por Estados Unidos encarecerán la mano de obra local.
Entre las reformas que hizo Colombia para cumplir con los requerimientos en el pacto están la reglamentación de las Cooperativas de Trabajo Asociado bajo un marco de formalización del empleo, así como la vigilancia del cumplimiento de los derechos laborales, que de no hacerlo puede derivar en multas e incluso prisión por tomar represalias contra los trabajadores.
"Esto, que suena bien desde el punto de vista de la protección laboral, terminará haciendo aún menos competitiva nuestra base productiva", dijo un informe de la ANIF, en el que explicó que los costos laborales no salariales en Colombia duplican en muchos casos los que se ven en Estados Unidos.
"Este objetivo se vuelve un cuasi-suicidio competitivo", advirtió.
"Hay que mirarlo con una visión de largo plazo, porque de acuerdo con la experiencia de países que ya han pasado por esto, como Perú, Chile y el mismo México, lo primero que crecen son las importaciones, incluso las exportaciones caen, después se estabilizan y es a partir del segundo año que empiezan a crecer", explicó.
"Si estamos planteando que este acuerdo entra en vigencia a partir del 2013, por allá en el 2015 es que vamos a empezar los efectos positivos sobre las exportaciones", agregó.
De acuerdo con analistas, los que más sentirán el impacto serán los cultivadores de productos agrícolas como el arroz, la cebada y el maíz, así como los productores de carne de pollo, pero en algunos casos tendrán tiempo para 'adaptarse'.
En el caso del arroz, Estados Unidos podrá exportar hacia Colombia el primer año 79.000 toneladas y la cuota crecerá un 4,5 por ciento anual, frente a una producción local de 1,5 millones de toneladas.
"El impacto no será de ninguna manera inmediato, por lo cual empieza una cuenta regresiva en la que la cadena arrocera en su conjunto deberá realizar transformaciones de fondo para dar un salto en competitividad y bienestar para todos", dijo Jeffrey Fajardo, director ejecutivo de la Cámara Induarroz de la Asociación de Empresarios (ANDI).
Mientras, los beneficiados inmediatos serán los exportadores de flores, alimentos, textiles y confecciones.
El presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, Tarsicio Mora, previó un aumento del desempleo y la desaparición de pequeñas y mediadas empresas arrasadas por una fuerte competencia desde Estados Unidos.
"El tratado de libre comercio no tiene el respaldo del movimiento sindical y lo rechazamos porque va a afectar a la mediana y pequeña empresa, al sector agrícola y a muchos trabajadores", dijo el dirigente sindical.
Los sindicatos rechazaron desde un comienzo al acuerdo comercial, que permaneció estancado más de cinco años por la oposición de los demócratas que reclamaban más protección para los líderes obreros, víctimas de asesinatos y amenazas en el país sudamericano.
(Reporte de Luis Jaime Acosta y Nelson Bocanegra; Editado por Ricardo Figueroa)

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