El programa
‘Carita feliz’ que atendía
niños con
malformaciones congénitas craneofaciales y que muchos pensaban que había muerto en el 2003, sigue vigente.
Aunque ya no pertenece a la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena, una de sus precursoras lo ha mantenido con conocimiento de pocos, en su consultorio privado.
“Mi labor es orientar a los padres de los niños con estas malformaciones para que conozcan realmente qué es lo que tienen sus hijos, y se den cuenta que estos síndromes no se curan con una sola cirugía sino que requieren del trabajo de un grupo de especialistas médicos; luego de evaluarlos a través de la consulta comienza el tratamiento que se lleva a cabo a través de sus entidades promotoras de salud de la manera como en realidad se requiere tratar estas malformaciones”, afirmó Manuela Berrocal Revueltas, cirujana plástica y líder actual del programa.
Berrocal, quien trabaja con el programa desde 1988 cuando inició en el hoy Hospital Universitario del Caribe, asegura que la frecuencia con la que se presentan estas malformaciones es muy grande en
Bolívar.
“La experiencia me permitió palpar la enorme frecuencia con que estas enfermedades congénitas afectan a las poblaciones más vulnerables de Bolívar, por las condiciones ambientales, de contaminación y fumigaciones”, dijo.
“A través de la consulta los oriento, los remito y peleo con las entidades promotoras de salud para que respeten los derechos que tienen todos los niños que nacen con una malformación a recibir un tratamiento que sea completo e integral”, agregó.
Una malformación congénita requiere de un grupo de profesionales que incluyan especialidades como odontología, trabajo social, psiquiatría, psicología, otorrinolaringología, foniatría, oftalmología y cirugía plástica, entre otros.
“Muchos padres llegan al consultorio y no saben lo que en realidad tienen sus hijos, están desorientados porque a muchos médicos generales se les olvida por ejemplo que estos niños quieren de entre una y tres cirugías y seguimiento médico hasta la adolescencia”, señaló la Cirujana Plástica.
“Por eso no estoy de acuerdo con las misiones que llegan a operar centenares de niños, hacen la primera cirugía y nunca más le dan seguimiento, es un engaño a la comunidad”, añadió.
Quienes tengan niños con malformaciones congénitas pueden llamar todos los días de 2 a 6 de la tarde y solicitar una cita para recibir su consulta gratuita, al número telefónico 6657192.
Las malformaciones
Según un estudio realizado por Manuela Berrocal, la frecuencia con la que se presentan las malformaciones congénitas craneofaciales en Bolívar es similar a la de los países en vía de desarrollo.
Esto equivale a que por cada 500 nacidos vivos, uno trae tiene malformación.
“La malformación más común es la
fisura labiopalatina también conocida como ‘labio leporino’; la segunda
Microsomía Hemifacial; después vienen los síndromes de
Apert,
Crouzon y de
Treacher Collins”, explicó Berrocal Revueltas.
Su estudio cita que “las áreas geográficas de Bolívar con mayor registro de pacientes con malformaciones craneofaciales son: Turbaco, Arjona, El Carmen de Bolívar, San Juan Nepomuceno, Magangué, Achí, Mompos, El Salado, San Martín de Loba, Barranco de Loba, Simití y San Pablo”.
Influencia ambiental
Existen muchos factores que pueden ocasionar este tipo de malformaciones y que afectan al bebé durante el primero trimestre del embarazo.
Entre ellos factores internos de la madre o genéticos, consumo de medicinas, hipoxia (falta de oxígeno en la placenta, evidenciada cuando la madre sufre desmayos frecuentes), desnutrición en la madre, carencia de ácido de fólico.
Pero existen unos factores que revisten mayor gravedad y que hacen parte de la contaminación ambiental.
“Los plaguicidas con los que se fumigan por aspersión los cultivos, son altamente teratogénicos; si una mujer está embarazada y fumigan contra el paludismo o malaria por ejemplo, se debe hacer censo y sacarla a ella y a todas las embarazadas del lugar y eso no se está haciendo y es una de las causas por las que en nuestras comunidades de zonas periféricas de Cartagena hay un alto índice de niños con malformaciones craneofaciales”, acotó la profesional de la salud.
La discusión del estudio de la Cirujana Berrocal cita, “importantes estudios relacionan las malformaciones congénitas con diversas sustancias como la contaminación con mercurio en los cuerpos de agua de la zona minera de Bolívar y en la Bahía de Cartagena, efectos de la marihuana y glifosfato en la Sierra Nevada de Santa Marta...”.
Las más comunes
Fisura labiopalatina. También conocida como ‘labio leporino’; se producen hendiduras bucales cuando los tejidos del labio o del paladar de un feto no se unen en las primeras etapas del embarazo.
Microsomía Hemifacial. Especie de asimetría en el rostro que se visualiza cuando un lado del mismo crece más lento que el otro. A medida que el niño crece se observan las facciones torcidas.
Síndrome de Apert. Las suturas entre los huesos del cráneo se cierran más temprano de lo normal, afectando la forma de la cabeza y la cara.
Síndrome de Crouzon. Los huesos en el cráneo y rostro se unen demasiado temprano provocando crecimiento de cabeza, rostro, y dientes de forma anormal.
Treacher Collins. También llamado síndrome de ‘la mirada triste’. Los huesos de los pómulos no crecen y se quedan planos.
Carita Feliz
El Programa ‘Carita feliz’ se inició en la consulta del Servicio de Cirugía Plástica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena, ubicado en el Hospital Universitario de Cartagena en 1988 hasta 2003, fecha del cierre del Hospital Universitario; tenía como objetivos:
Evaluar y establecer un perfil epidemiológico de pacientes pediátricos con enfermedades congenitas craneofaciales más frecuentes en nuestra comunidad.
Ofrecer tratamiento integral y multidisciplinario a los pacientes, mediante la integración de un equipo médico (cirugía plástica, otorrinolar, oftalmología, rehabilitación y terapia de lenguaje) y un equipo odontológico (odontopediatras y ortopedia de maxilar entre otros). El programa se oficializó en 1991, con la creación de la Clínica de Fisura Labio Palatina y la Clínica de Enfermedades Craneofaciales.
Ofrecer Asesoría Genética al paciente y a su familia.
Fomentar la creación de programas de educación para promoción y prevención de enfermedades congénitas.
A través de este programa, se brindó consulta para evaluación y tratamiento integral a un grupo de mil 400 niños, atendidos durante más de 20 años de consulta permanente, los cuales fueron intervenidos en forma precoz y seriada, iniciando su tratamiento a los 3 meses, segunda intervención a los 2 años y tercera intervención a los 8 años, con un seguimiento de su evolución por mas de 15 años, para mejorar la calidad de vida de los pacientes y de su familia.