Ovejas. Anoche, Canto Arena, de Medellín; Funczenú, de San Andrés de Sotavento (Córdoba); Gaimará, de Barrancabemeja (Santander); Joche y sus gaiteros, y Los gaiteros de Ovejas, de esta localidad se disputaban El Mohán de Oro en la categoría gaita larga profesional.
Cumbanchá, de Sincé, es uno de los grupos que avanzó a la final en la categoría gaita larga aficionado. En su primera presentación en la tarima Francisco Llirene puso a bailar al público presente en la plaza principal.
En gaita larga aficionado, los grupos finalistas fueron: Cumbanchá, de Sincé; Gaiteros de Gacamayal III generación, de Guacamayal (Magdalena); Malicia indígena, de Montelíbano (Córdoba) y los cartageneros de Herederos del Folclor, y Kombantú.
En gaita corta única: Caña y Cardón, de Barranquilla; Gaita voces y tambor y el grupo Iraca, de Cereté (Córdoba); Hermanos Castillo, de Sincé, y Son Barají, de Sahagún, Córdoba.
Ovejas, una cita infaltable
Viajar varias horas para llegar al Festival es poco, porque muchos gaiteros aseguran que Ovejas es un imán que integra a cientos de músicos a nivel nacional, que es una vitrina para mostrar el trabajo que hacen durante el año y que a pesar de que la competencia es cada vez más dura esto los incentiva para aprender y a renovar su estilo musical.
Óscar Ruiz, del grupo Pueblo Santo, de Montelíbano (Córdoba), asegura que venir a Ovejas es gozársela de principio a fin. "Es lo más espectacular que hay. Subirse a la tarima Francisco Llirene es una sensación muy grande, porque la atención que el público presta a quien está en tarima es una presión para que el grupo interprete y ejecute mejor los temas."
Marlon Peroza, de Pueblo Santo, recalcó que la gaita es una música de pasión y que Ovejas es el único lugar donde los gaiteros amantes de esta música pueden encontrarse con otras personas que comparten este gusto.
"Es una cita anual infaltable, donde uno puede encontrarse con los amigos. Donde quiera que uno esté se programa para viajar a Ovejas en octubre. Si se está trabajando se pide permiso o si se está sin plata se empeña el televisor, pero la meta es llegar" puntualizó.
Alto nivel
Gaiteros y tamboreros coincidieron en afirmar que la competencia en la vigésima séptima versión de Festigaita contó con grupos de muy alto nivel y resaltaron la trayectoria de Henry Ortiz y Henry González.
Pero si los cordobeses viajaron 4 horas para llegar a ovejas, otros como el grupo chileno La Máquina Candela atravesaron las fronteras para presentarse y participar en el Festival.
Carmen Gloria Vilchez, intérprete del grupo chileno, aseguró que venir al Festival es hacer realidad un sueño. El amor por la gaita que profesan los australes nació de la búsqueda incansable de sonidos autóctonos que los llevó a enamorarse de ella.
Llegar a Ovejas ha sido para este grupo de melómanos un proceso de aprendizaje. "Hemos descubierto muchísimas cosas. Hemos tenido la suerte de que muchos gaiteros nos den recomendaciones. Estamos como esponjas, porque todo lo que aprendamos aquí lo llevaremos a Chile para compartirlo con personas de escuelas de música de 4 universidades".
Sinceanos y antioqueños en la final
Alexis Santiago Cárcamo, del grupo Canto Arena, de Medellín, participó en la categoría gaita larga profesional.
Viajó 12 horas para llegar a Ovejas y desde 1997 participa ininterrumpidamente en el Festival. "Participar en el certamen es una fiesta muy agradable para los 7 integrantes del grupo. Uno aprende muchas cosas nuevas. La integración es muy importante porque nos permite posicionar estos ritmos y darlos a conocer".
En Medellín, Canto Arena es pionero en la enseñanza de la gaita y actualmente cuenta con 6 grupos en su semillero.
Hernán Arrieta, del grupo Cumbanchá, de Sincé, aseguró que el Festival estuvo muy bien organizado y que cada año el evento va creciendo más.
"Nos preparamos fuertemente para este Festival, porque pensamos que es el más importante del país. Nos caracterizamos por conservar la tradición de la gaita, pero buscamos otros horizontes especializándonos en la afinación de los temas y el acoplamiento de los instrumentos de percusión".
De Sincé también participó, en gaita corta, el grupo "Los Hermanos Castillo". Las agrupaciones sinceanas llevan 15 años participando en el Festival y el semillero de artistas ya supera los 60 niños entre 5 y 18 años.
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