lunes, 12 de marzo de 2012

Real Cartagena ya cuenta con su barra carmera

1 / 3
Rebelión Auriverde, barra del Real Cartagena, cumple 11 años de fundada.
JULIO CASTAÑO - EL UNIVERSAL

“Que yo te voy a alentar con mucho aguante siempre desde el tablón, con nuestros bombos y con mi corazón para ser campeones”. (Bis).

“Vamos, vamos Real porque esta banda está loca por ti”. (Bis).

Con llamativos cantos como estos los integrantes de la barra del Real Cartagenaaniman a su equipo partido, tras partido.

La barra, que hoy cumple 11 años de estar apoyando al equipo localha pasado de ser una barra brava a una barra social.

Sus integrantes afirman que por muchos años la imagen que proyectaban ante la ciudad había sido negativa debido al mal comportamiento de algunos barristas en los partidos, por eso uno de los objetivos principales que se han propuesto como grupo es desaparecer ese imaginario colectivo que aun persiste en la mente de los cartageneros.

Johnatan Mutis, barrista de Rebelión Auriverde, dice que anteriormente no se sabía cómo manejar el tema del barrismo y que desde hace unos años el amor que le tienen al equipo se ha visto reflejado en la forma como han mejorado su conducta en cada partido.

“Pertenecer a la hinchada es un estilo de vida que se refleja desde el mismo momento en el que se ingresa. Nuestros principios están basados en el respeto entre unos y otros, acá no hay un reglamento físico para poder ingresar, nosotros aceptamos a cualquier tipo de persona sin importar su estrato o condición social”, expresa Mutis, de 24 años de edad.

Explicó que por ser tan abiertos en cuanto a las personas que entran a formar parte del grupo, existen muchos jóvenes con problemáticas sociales y es cuando los que tienen más experiencia realizan una especie de acompañamiento para fortalecer dichos aspectos.

De igual forma, Félix Castellón Atencio, presidente de Rebelión Auriverde, dijo que con el ánimo de acabar con ese estigma en el que se tiene a la hinchada en Cartagena, ellos participan en varias obras sociales, de las cuales resalta una escuela de fútbol conformada por los mismos integrantes de la barra.

La escuela de fútbol de la barra es una forma lúdica de tener a los muchachos con la mente puesta en algo productivo. Nosotros hacemos parte de las ligas de Bolívar, eso nos da más garantías de trabajar por la ciudad y por los muchachos en el barrismo social”, explica Castellón Atencio. 

“Estamos luchando por desaparecer el término barra brava, que ni siquiera es propio de nuestro país, eso es extranjero. Barra brava es sinónimo de violencia y nosotros estamos trabajando por todo lo contrario”, precisa. 

La barra del Real Cartagena, también conocida como Rebelión Auriverde, está divida en las tres localidades del Distrito en siete parches, que con sus respectivas banderas, representan un  sector.

Cada parche tiene un eslogan en el que plasman sus sentimientos hacia el equipo, entre los más representativos están: “Sin ti no puedo vivir”, “Amor sin control”, “Esclavo de este amor” y “Mi barrio es loco”.

Luis Fernando Vélez, uno de los fundadores de la barra, señaló que han trabajado en una estructura interna para la hinchada con el ánimo de darle más cuerpo y mayor organización.

“Los jueves hacemos las reuniones generales de la barra y asisten todos los parches. Hablamos de lo que va a suceder el próximo partido. Nos referimos a la seguridad, a la boletería, a la salida y si vamos a tirar rollitos o papelitos. Ese día se cuadra toda la logística del partido”, dice Vélez.

Manifiesta que hay otros grupos que están fuera de la ciudad y que también cuentan con el respaldo de la hinchada como son los del Carmen de Bolívar, Turbaco y San Jacinto, con los cuales se trabaja en el fortalecimiento de la identidad y la cultura, porque según ellos, el Real Cartagena no es sólo de la ciudad sino de Bolívar.

Johnatan Mutis aclara que dentro de la barra están organizados de acuerdo a las habilidades que cada cual ha demostrado. A la barra asisten raperos, rockeros, bailarinas, pintores, poetas, contadores y abogados, de esta forma son muchos los talentos que se pueden explotar en sus integrantes.

“Los que se han destacado siendo buenos liderando, les compete esa función; quienes lo son organizando, están dentro del comité de logística; hay otros dentro del comité de seguridad y también están los que conforman el corazón de la banda, que es el comité instrumental, donde se plasma en cada uno de los coros lo que sentimos por el equipo por medio de mensajes positivos que hacen alusión al amor y al compañerismo”, comenta Mutis, quien lleva 9 años en la barra.

Sobre los cantos y estribillos que componen, dicen que se preocupan por practicar antes de cada partido para no salir a improvisar y con el fin de que todos los instrumentos suenen de forma armónica.



La barra, un estilo de vida

Ernesto Ortega, integrante del comité musical, dice que estar dentro de la barra representa una nueva forma de ver y asumir la vida.

“Hacer parte del grupo me hace sentir orgulloso, más que una barra es una familia. Todos tenemos derechos y todos somos iguales, no hay discriminación de personas, tenemos que tener el aguante, es decir, cantar en la tribuna por lo que nosotros queremos que es el Real Cartagena”, expresa Ortega.



Mujeres al poder

Pero no sólo los hombres viven la fiebre del fútbol, la participación de las mujeres también ha sido activa en los últimos años.

Pamela Amor, es una de las que asegura haber encontrado en la barra un espacio en el que las mujeres tienen la misma participación que los hombres.

Nos respetan y nos tratan igual. Me dan la misma oportunidad de participar en las decisiones sin importar que los hombres hayan sido los fundadores”, dice Amor.

“Los ‘pelaos’ son muy respetuosos, siempre se hace énfasis en que nosotras por ser mujeres somos más delicadas. Si estamos en algún problema ellos nos colaboran y están pendientes que no nos maltraten y no nos pisen”, agrega.

Afirma que la mayoría de las mujeres que están ahí son muy rudas, puesto que han crecido en ambientes familiares difíciles. Unas son amas de casa y a otras les ha tocado vivir experiencias que las han marcado.

“Aquí las mujeres no se dejan pisotear, ni gritar de ningún hombre porque estamos en las mismas condiciones”, precisa Pamela.



“El Real es como una novia...”

Mutis explica que el amor que siente por el equipo es verdadero, que el sentimiento sigue existiendo en las buenas y en las malas, y “en éstas últimas se acrecienta”.

“Es un equipo con poca resonancia, pero para nosotros es la vida entera, es más, nuestra vida gira alrededor del Real. Inicialmente el resultado que tenga el equipo cada domingo no es lo que nos mueve”, dijo el hincha.

“Es como cuando uno tiene una novia mala, mientras más te estén dando más está uno vigente con la ‘pelada’. Así nos pasa con el equipo, es una vida sufrida”, agrega.

Aun cuando son muchos los auriverdes, todos coinciden en que pertenecer a la hinchada no se reduce a usar la camiseta del equipo, no perderse un partido o celebrar cada triunfo y llorar cada derrota; estar en la barra va más allá e implica verdaderamente avanzar hacia un mejor estilo de vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario