sábado, 15 de octubre de 2011

Al son de gaitas y tambores


Ovejas. Anoche, en la tarima Francisco Llirene, en la plaza principal de esta localidad, se abrió el telón de la vigésima séptima edición del Festival Nacional de Gaitas.

Ser gaitero es una tradición en Ovejas que con orgullo se transmite de generación en generación.

En esta ocasión se rindió homenaje al escritor y poeta ovejero José Ramón Mercado y se hizo un reconocimiento a la labor cultural de los maestros Miguel Zúñiga, de los antiguos Gaiteros de Guacamayal; Julio Martínez, El lobo, y Misael Acosta, así como un homenaje póstumo a Wilson López y a la bailadora María Pineda.

La Reina del Festival

En este Festival la reina es la gaita, pero para que su ritmo contagie a los amantes de esta música los años la han hecho acompañarse del tambor, el llamador y la tambora.

Alfredo Ricardo Guerrero, gestor cultural e investigador, en diálogo con EL MERIDIANO de Sucre destacó la importancia de este ritmo musical en el folclor nacional.

La gaita o chuana (hembra, macho y corta) es un invento de los indígenas zenúes. El fitoco es de pitahaya, bleo de chupa o árbol de manito de Dios. La cabeza es de cera de abeja mezclada con carbón molido, lo que significa que se ha perdido en gran medida la autenticidad de hacerla con brea.

Sobre el cabezote lleva superpuesta una pluma semi inclinada que puede ser de pato, golero o pavo, siendo la de pato la más ideal por su forma y su consistencia. Algunos la ponen de plástico, pero siguen llamándola pluma. Esta hace las veces de boquilla, que es por donde se expulsa el aire para producir el sonido.

Para la fabricación de los instrumentos de percusión (tambor alegre, tambora y llamador) la madera ideal es la del árbol de banco, que es la madera tradicional desde nuestros ancestros. Esta no se raja y perdura en el tiempo. Hoy, por lo escaso de este árbol, se utiliza el caracolí y la ceiba.

Para los parches o membranas, el cuero ideal es el de venado, por lo fino y porque da mayor y mejor sonoridad, pero la preservación de este animal impide utilizarlo. Por ello ha sido reemplazado por cuero de chivo o de carnero.

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