La comunidad solicitó hace 5 meses que las aguas servidas fueran evacuadas, pero la Administración municipal ignoró la petición.
Tomaron las medidas de hecho debido a que el problema se ha tornado delicado e insoportable, y porque no han sido escuchados por las secretarías de Salud y Planeación ni por la Procuraduría Provincial.
Ismael Montes Martínez, representante de la comunidad, dijo que hay crisis por el vertimiento de las aguas en estado de descomposición, que están enfermando a los niños.
“Algunas personas se han mudado a otros barrios para evitar que su estado de salud siga empeorando por causa de las aguas servidas que pululan desde el pasado mes de mayo”, expresó Montes Martínez.
Agregó que el origen del problema es por la conexión fraudulenta de los propietarios de algunas viviendas sobre la tubería del alcantarillado, sin medir el daño que están generando tanto en el medio ambiente como en las personas que residen en el sector.
“Desde que instalaron la red del alcantarillado en este barrio y construyeron los registro domiciliarios, nosotros no hemos utilizado este mecanismo porque sabemos que no cuenta con un deposito final, pero estamos pagando las irresponsabilidades de los que si se conectaron de manera fraudulenta y la falta de control que debe ejercer la Administración al respecto”, dijo.
Peticiones sin respuestas
Montes Martínez tiene en su poder cartas enviadas a los distintos despachos de la Alcaldía, pero nadie ofrece una solución.
Argemiro Hernández Ponce, secretario de Planeación e Infraestructura Municipal, comentó que conoce perfectamente la problemática, ya que inspeccionó la zona con un equipo técnico.
Dijo que trabajará para superar el problema, pero anotó que no han evacuado el líquido porque el Municipio no cuentan con un sitio adecuado para vertirlo.
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