La popular esquina de La Frutera en la calle del mercado es, a las 10 A.M., un hervidero de compradores, especialmente amas de casa que llegan en mototaxis, la mayor fuente informal de trabajo, a comprar arencas, barbules o bocachicos, frescos o salados, para prepararlos en el almuerzo con ñame o yuca.
A una cuadra, en la plaza donde hay más vendedores de llamadas que clientes, el otro rebusque que ha crecido con las necesidades de los carmeros de “ganarse algo para vivir”, cuatro hombres, con uniformes azules y filosos machetes, podan los Laureles donde Francisco Vega Arraut asumirá este primero de enero como Alcalde, cargo sobre el cual en los próximos cuatro años habrá muchos ojos puestos escudriñando a ver qué pasa con dos fenómenos de impactos sociales innegables: la restitución de tierras y la próspera mafia de los embargos.
Cuando Vega, un joven médico barranquillero que llegó hace 19 años a hacer el rural y se quedó de por vida asuma el poder a las 4 P.M. ya estará vigente la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras que el gobierno de Juan Manuel Santos promete será la reivindicación para millones de despojados y desplazados por la violencia de guerrilleros y paramilitares, bárbaro accionar del que no escapó la comunidad rural local enclavada en los Montes de María.
EL HERALDO encontró que nadie lo dice en voz alta aún, pero entre las ONG y las organizaciones de desplazados hay preocupación por los nombramientos que el nuevo mandatario haga, sobre todo luego de identificar que en su Comisión de Empalme actuaron personas vinculadas a empresas y agropecuarias que hoy están cuestionadas como compradores de “buena fe” de las tierras que los campesinos abandonaron bajo amenazas de muerte.
“Ninguno de ellos será secretario”, afirma Vega y acepta que Marlen Medina Terán, contadora de Agropecuaria Caña Flecha, y Alexander Payares Ochoa, de la Corporación Amigos de Los Montes de María que asocia a estas empresas, son de ese grupo asesor “como amigos y no en busca de algún nombramiento”.
PERSONERÍA Y EMBARGOS. La preocupación de los desplazados va más allá por el caso del nuevo Personero. Vega admite que el abogado Alberto González, otro “buen amigo” suyo muy activo en su elección como Alcalde, es candidato a ese cargo, que cobrará especial importancia a la hora de defender a las víctimas de los despojos.
González es, de acuerdo a su perfil profesional en Facebook, asesor jurídico de Agropecuaria El Génesis, que, según la Superintendencia de Notariado y Registro, compró 4.051 hectáreas en Montes de María.
No menos grave resulta ser el tema de la próspera ‘industria del embargo’, en una población de casi 100 mil habitantes, donde no hay agua ni alcantarillado y la generación de empleo está en la informalidad.
Como ex concejal Vega reconoce que esa mafia “le ha hecho mucho daño al Municipio”. En los últimos cuatro años, a través de obras que no se hicieron y servicios que no se prestaron, cobraron, de vigencias pasadas, $37 mil millones.
Dos jueces están suspendidos por obligar al Municipio a pagar cuentas inexistentes, pero a ninguno de los otros responsables de este cartel, vinculado a concejales y prestantes familias que siguen financiado campañas políticas, les ha pasado nada. Hoy, en el Banco de Bogotá del pueblo hay $10 mil millones más en embargos esperando fila para ser pagados.
Ha sido tal la trampa, en la que poco o nada se han interesado la Contraloría y la Fiscalía General, que ex funcionarios de la administración de Amer Bayuelo, 2004-2007, continuaron por años expidiendo certificados, amparando a los tumbadores.
Frente a las dificultades financieras, Vega anuncia que aplicará la Ley 550 y que nombrará asesores jurídicos para defender al Municipio.
UN HIJO DE BARRANQUILLA
En las polvorientas calles del popular barrio San Isidro, al centro de Barranquilla, creció Francisco Vega Arraut. Entre risas, a una pregunta de EL HERALDO sobre sus recuerdos barriales, dice que fue, como buen barranquillero, jugador de bola e’ trapo. “La verdad, me rebuscaba jugando. No lo hacía mal”, comenta. A partir de mañana, desde la vetusta Alcaldía de El Carmen, foto, tendrá el compromiso de sacar adelante al pueblo que lo adoptó.
En las polvorientas calles del popular barrio San Isidro, al centro de Barranquilla, creció Francisco Vega Arraut. Entre risas, a una pregunta de EL HERALDO sobre sus recuerdos barriales, dice que fue, como buen barranquillero, jugador de bola e’ trapo. “La verdad, me rebuscaba jugando. No lo hacía mal”, comenta. A partir de mañana, desde la vetusta Alcaldía de El Carmen, foto, tendrá el compromiso de sacar adelante al pueblo que lo adoptó.
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