Sincelejo. Aunque la aprobación en el Congreso de los Estados Unidos del TLC con Colombia es motivo de celebración para algunos gremios, en otros sectores es sinónimo de incertidumbre, preocupación y hasta un camino que los "llevará a la quiebra".
Según Fenalce, transportar una tonelada de maíz internamente en Sucre cuesta casi lo mismo que llevarlo a Medellín.
Robert Martínez Monroy, líder arrocero de la Mojana, aseveró que ante la ratificación del TLC "no se sabe lo qué va a pasar".
Aseguró que muchos arroceros del país, luego de las grandes pérdidas suscitadas por los cambios climáticos, sumadas a la aprobación del tratado, "podríamos decir que estamos casi condenados a la quiebra y a la desaparición de nuestro sector".
Jonny Ebratt Ravelo, director de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales y Leguminosas (Fenalce) seccional Sucre, expresó que para el departamento es bastante nefasto, porque la economía se mueve alrededor del sector agropecuario y "casi todo se va a ver afectado".
Sin competitividad
Señaló que estar supeditados a la estacionalidad, contar con vías de penetración que prácticamente están colapsadas y que incrementan los costos de producción y los altos costos de los insumos agrícolas son desventajas para competir.
Añadió que a esto se suma la escasez de sistemas de secamiento, de infraestructura para el almacenamiento y falta de maquinaria agrícola.
La apreciación de Ebratt converge con la que hizo recientemente el Ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, al decir que "no estamos preparados para el TLC".
Lo bueno y lo malo según la SAC
Rafael Mejía López, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), dijo a este diario que el TLC es una oportunidad y en los próximos años va a marcar la economía del país. En su concepto en las condiciones que se firmó va a establecer un poco las bases de la producción y del desarrollo económico doméstico.
Agregó que hay cosas buenas, regulares y malas. Entre ellas, grandes avances en la parte sanitaria, pero "el Gobierno no ha hecho su contrapartida: fortalecer al Ica, Invima y Corpoica".
El logro de tiempos de aduanidad en los casos de productos sensibles como el arroz (19 años) y la avicultura (18 años). Sin embargo, dice, se perdieron 5 y 6 años, porque, el Gobierno no ha cumplido con los compromisos adquiridos con el sector privado cuando se negoció el TLC, es decir, la infraestructura que permite ser competitivo y la no puesta en marcha de manera adecuada del programa Agro Ingreso Seguro.
"Todo esto implica que hay que usar el tiempo lo más adecuadamente y seguir trabajando, porque los costos de producción y los insumos nuestros son más costosos y eso no está en manos del agricultor", precisó.
Los lácteos
Para el caso de la leche, la preocupación de la entrada en vigencia del TLC viene por el lado de la puerta que quedó abierta para la entrada de lactosueros. Al respecto, el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (Analac), Jorge Hernán Uribe Calle, sostiene que la regulación colombiana con respecto a este producto es muy deficiente y la llegada de este, que ya tiene inundado el mercado del país, puede ser muy dañina para los productores.
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