jueves, 31 de marzo de 2011
Pueblitomejía, donde hay oro y pobreza
Un grupo interdisciplinario, integrado por personal de la Segunda División del Ejército Nacional, Policía, Secretaría de Gobierno Municipal, Personería y Acción Social, analizó la situación que se vive en el caserío de Mina Gloria, ubicado a 20 minutos de la cabecera municipal y que está habitado por aproximadamente 45 familias, cuya movilidad es constante, debido a la productividad de las minas ubicadas hacia el sur de Bolívar.
En una visita, la misión encontró las casas cerradas con candados, el socavón de la mina clausurado por un lado, pero abierto por otro, de donde extraen minerales algunas familias que todavía están en la zona.
Las personas que aún permanecen en el poblado manifiestan que se sienten en riesgo permanente y observados por quienes desplazaron a sus vecinos de Pueblito Mejía.
Según los testimonios de los habitantes, las familias están siendo extorsionadas por las bandas criminales (Bacrim), para que entreguen parte de sus ganancias derivadas de la minería.
Las familias fueron visitadas por personal médico de la ESE Municipal en cada uno de los albergues y se les entregó ayuda humanitaria brindada por la Alcaldía de Barranco de Loba.
Así mismo, en la zona se llevó a cabo un Consejo de Seguridad en el cual el Ejército y la Policía informaron sobre la dinámica de la zona.
Posterior a esa reunión, Acción Social activó el Consejo Municipal de Atención Integral a la Población Desplazada (CMAIPD), para hacer seguimiento a la atención brindada a las familias desplazadas.
El censo, elaborado por Acción Social, arrojó un desplazamiento masivo de 18 familias (78 personas), todas dedicados a la minería. En su mayoría son hombres, 19 mujeres y 41 menores de edad.
Situación del pueblo
Las casas están situadas alrededor de una mina. Las condiciones son difíciles y sus viviendas están construidas en madera, plástico y techo de paja. No cuentan con servicios públicos.
No hay un docente para atender a los menores de edad, ya que la maestra designada para la zona por un convenio entre la Diócesis de Magangué y la Secretaría de Educación Departamental salió de la zona por temor.
Tampoco hay centros de salud cercanos y el único habilitado se encuentra en Barranco de Loba, porque Pueblito Mejía tampoco cuenta con este servicio.
Estas familias están en riesgo permanente por las condiciones de ilegalidad en la actividad que desarrollan, y el impacto ambiental es grande por la utilización de cianuro para extraer hasta los últimos reductos de oro de la piedra y arena que extraen de la montaña.
Etiquetas:
oro
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