¿Cómo se imagina a Carmen de Bolívar, ese pueblo al que Lucho Bermúdez le compuso una de sus canciones más famosas? ¿Me creería si le digo que, 236 años después de su fundación, Carmen de Bolívar no tiene acueducto? Aunque no parezca posible esta es la pura verdad. Los habitantes de ese municipio de casi cien mil habitantes viven como a mediados del siglo XIX: cargando baldes para abastecerse del agua que van a usar para cocinar, asearse o limpiar la casa.
El cuadro es patético. Ni el alcalde, ni los habitantes más ricos del pueblo reciben agua directamente en su casa. A todos les toca salir con canecas, galones o baldes detrás de uno de los dos camiones cisterna que surten de agua al pueblo. Y lo peor es que a pesar de ese regular servicio, el líquido no es gratis. Para que el carrotanque llegue a un barrio, los vecinos deben reunir cerca de 130.000 pesos para pagar por el suministro de agua.
Por supuesto, el agua que llega dentro del camión cisterna no es potable. La sacan de pozos subterráneos cercanos al casco urbano del municipio, si no del arroyo Alférez, un pequeño río que pasa cerca a la población. De esta forma, el preciado líquido llega a manos de los habitantes de Carmen de Bolívar sin ningún tipo de tratamiento, con partículas de todo tipo flotando, convirtiéndose además en un riesgo para la salud de quienquiera que la consuma.
Los carmeños esperan la llegada del carrotanque al barrio para comprar el agua /Foto Lila Leyva – Blog El Carmen de Bolivar
El único respiro para los carmeños llega cuando llueve sobre esa zona de los Montes de María. En esos valiosos y húmedos minutos, las canaletas de los techos de zinc de cada una de las casas del Carmen se convierten en embudos que llevan el agua a grandes canecas o tanques donde se almacena el agua. Por fin algo de líquido llega directamente a los hogares de los sedientos habitantes de esta población, pero no es gracias a un acueducto.
En los últimos 30 años se han iniciado cinco proyectos diferentes para poner a funcionar un sistema efectivo para llevar agua potable a los domicilios de este municipio. Sin embargo, todos los esfuerzos han sido en vano. El último de ellos comenzó hace más de cuatro años, cuando la gobernación de Bolívar y el Gobierno Nacional se propusieron llevar a cabo esta iniciativa para mejorar la calidad de vida de los habitantes del municipio más grande de los Montes de María. Sin embargo, hasta el momento, todo sigue siendo una árida y seca promesa sin fecha de entrega.
Lo más grave es que desde noviembre del año pasado no cae una sola gota de agua en Carmen de Bolívar. Los carmeños sufren porque tienen que pagar los altos costos de los carrotanques o lo que cobran por un galón de agua aquellos particulares que tienen la fortuna de contar con un aljibe en su predio. El problema es que el palo no está para cucharas. El desempleo está disparado. Muchos trabajos son precarios y mal pagados. Literalmente, los habitantes del Carmen se mueren de sed.
No deja de ser irónico que todo esto pase mientras Colombia celebra el centenario del natalicio del más ilustre de los hijos de Carmen de Bolívar: Lucho Bermúdez. El hombre que hizo la canción que reza “Carmen querido, tierra de amores, hay luz y ensueño bajo tu cielo…”. Sí, qué bonito. Pero no hay agua.
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Post-It: Conociendo el precedente de María del Pilar Hurtado, no entiendo cómo es posible que hayan dejado de Luis Carlos Restrepo se fuera del país. ¿Acaso no era previsible que él también le haría el quite a la justicia?
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