Por: Diana Carolina Durán Núñez
Herederos de Lucho Bermúdez se enfrentan entre sí y también con Sayco, a la que acusan de no haber entregado todas las regalías.
“Espero la muerte como sea, no me importa el tamaño y la forma tampoco me inquieta, porque de ser así me quitaría la personalidad que tengo. Una cosa sí te digo: No quiero epitafios. Después de muerto no quiero nada. Con todo el afecto que he recibido es suficiente”, le dijo el maestro Lucho Bermúdez al periodista Hollmann Morales para la edición de la revista Diners de agosto de 1990. Cuatro años faltaban para que falleciera. El hijo de El Carmen de Bolívar murió el 23 de abril de 1994, con 82 años a cuestas, bien vividos, diría él.
El centenario de su natalicio se celebrará el próximo miércoles 25 de enero con bombos y platillos en su pueblo natal. Quienes conocen de música coinciden en que Bermúdez, como nadie, convirtió la cumbia y el porro en símbolos de identidad nacional desde los años 30, en una época en que la música de la Costa Atlántica era recibida con desprecio por una Colombia centralista. Las gaitas no serían las reconocidas gaitas de hoy sin el clarinete con que se inmortalizó. “Mira cómo llora el clarinete”, solía decirle a su hija Gloria María, la mujer cuya sangre representa la unión de dos grandes de la música colombiana: el maestro y Matilde Díaz.
Quizá no hay colombiano que no haya entonado la famosa canción del dúo Bermúdez-Díaz que sale a relucir cada 20 de julio: “...Tu suelo es una oración/ y es un canto de la vida./ Cantando, cantando yo viviré,/ Colombia, tierra querida”. Matilde Díaz fue su segunda mujer, con ella nació Gloria María, quien aprendió de música al tiempo que aprendió a leer y escribir. Con 7 años de edad, el maestro registró su ingreso en Sayco, la Sociedad de Autores y Compositores que él mismo ayudó a fundar. Gloria María era el milagro de la pareja, que duró 10 años sin poder tener hijos hasta que, por consejo de la inmortal cantante Celia Cruz, Matilde Díaz se encomendó a la Virgen del Cobre, patrona de Cuba.
Leda Montes, la primera esposa del legendario músico, tardó el mismo tiempo en engendrar a Luis Eduardo, el primogénito del maestro. Recién graduado como dibujante arquitectónico se fue un día con su padre a Estados Unidos y volvió hace cuatro años. En ese país hizo su vida, se casó, crió a sus tres hijos, mientras su padre seguía ratificándose como uno de los más grandes músicos del Caribe. El maestro y Matilde Díaz se separaron y su tercera mujer, Elba Gallo, le dio dos hijos más: Patricia y Luis Enrique. Con ella vivió hasta que exhaló su último aliento. Pero el día de su muerte no sólo se apagó la luz de su talento; comenzó también un incendio que, casi 18 años más tarde, aún no se apaga.
El lío de la herencia
El día que Lucho Bermúdez murió, 133 canciones estaban registradas bajo su autoría. Así quedó evidenciado en un documento de una notaría de Bogotá del 17 de agosto de 1995, en el que se liquidó la herencia del maestro entre Leda Montes de Bermúdez —la única mujer con quien estuvo legalmente casado desde 1935—, su hijo Luis Eduardo Bermúdez Montes y los hermanos Elba Patricia y Luis Enrique Bermúdez Gallo. En mayo de 1994 Luis Eduardo, el hijo mayor del maestro, le había dado un poder a su hermano Luis Enrique para que lo representara en esos trámites; su padre había muerto tres semanas atrás.
En el primer documento que enviaron a la notaría, los hijos del maestro y doña Leda manifestaron que no conocían a otras personas que pudieran tener interés o derechos sobre el legado del maestro Bermúdez. Gloria María Bermúdez Díaz había sido pasada por alto. “Eso estuvo mal, eso nunca se debió hacer”, admite Gloria Lara, la sobrina que doña Leda crio como hija, al tiempo que doña Leda, con 97 años de edad, grita al otro lado de la línea: “Gloria María es hija de Lucho, ¡eso todo el mundo lo sabe!”. Luis Eduardo, el primogénito, dice que fue él quien le enseñó a caminar a Gloria María, y que por ser residente de Estados Unidos ignoraba las minucias del proceso de sucesión de su padre.
Patricia Bermúdez Gallo asegura que, contrario a lo que piensa Gloria María, nunca hubo mala intención al realizar esos trámites: “Gloria María no estaba reconocida por mi papá porque sus padres no eran casados y mi papá no firmó el acta de registro de nacimiento. Nosotros no la negamos, es que ella hasta el momento no había sido legalmente reconocida”. En 1999, Gloria María los demandó a los cuatro ante el Juzgado 18 de Familia de Bogotá en donde, en conciliación extraprocesal, se le reconoció como heredera legítima del maestro. Se estableció que debía recibir parte de los dineros que dejó al fallecer y que las regalías por la obra del genial músico debían dividirse en cinco partes iguales.
Acto seguido, Sayco reconoció a los cinco beneficiarios de las regalías musicales del fallecido maestro Luis Eduardo Bermúdez Acosta. Sin embargo, hace unos meses, Gloria María Bermúdez Díaz quiso reclamar el hecho de que sus medio hermanos Patricia y Luis Enrique hubieran creado la fundación Tierra Querida, cuyas actividades —se lee en la página web de la organización— incluyen la participación de la orquesta de Lucho Bermúdez en eventos públicos y privados, en escenarios nacionales e internacionales. Según Gloria María, sus hermanos se están lucrando con el nombre de su padre, ignorando que otras tres personas son beneficiarias también del tremendo legado artístico.
“Gloria dice que hicimos una orquesta y una fundación sin pedir permiso a los demás herederos, pero resulta que la orquesta no la creamos nosotros, sino mi papá en 1947, y ha seguido vigente. Él en vida incluyó a la orquesta en una sociedad y no pidió permiso a sus herederos. Así que la orquesta está dentro de una sociedad totalmente legal y estamos actuando en plena legalidad”, refuta Patricia Bermúdez. Y agrega: “la fundación Tierra Querida no requiere de permisos de los otros herederos, porque cualquier persona puede crear una fundación sin necesidad de pedir permiso a ninguna persona. El permiso para crear una fundación lo otorga la Cámara de Comercio”.
Otra cosa, sin embargo, piensan los demás beneficiarios del maestro Bermúdez. “Yo tengo buena relación con mis hermanos Luis Enrique y Patricia. Pero no recibo ningún ingreso por la orquesta o la fundación. Creo que ya es muy tarde para la discusión, pero sí estoy de acuerdo con que nosotros debiéramos recibir dineros por lo que genera la orquesta. Admito que ni a Patricia ni a Luis Enrique les he comentado de esta inquietud, no quiero entrar en problemas. Pero sí creo que lo correcto sería reconocerles a todas las personas o quitarle el nombre de mi papá”, sostiene el primer hijo del maestro, Luis Eduardo Bermúdez Montes.
El misterioso expediente
No fue sólo el lío de la fundación Tierra Querida y la orquesta Lucho Bermúdez. En 2008 se estrenó la película Paraíso travel, esa que dirigió Simon Brand y que estaba basada en el libro homónimo de Jorge Franco. En ella se usaron compases de la famosísima canción San Fernando para una escena. Pero Sayco, dicen los hermanos Bermúdez, no reportó ninguna regalía por el uso de la música del maestro en ese filme. Eso llevó a Gloria María hace unos meses al Juzgado 18 de Familia de Bogotá, en donde quería conseguir copia de la conciliación para mostrarla en Sayco y pedir que se aclarara cuánto dinero se había entregado a los beneficiarios del maestro desde su muerte.
Lo que Gloria María se llevó fue una sorpresa. El expediente había desaparecido. La jueza del despacho, Carmen Cecilia Amador, denunció penalmente el extravío del proceso y ordenó su reconstrucción en julio del año pasado. A través del abogado Luis Guillermo Namén, Gloria María puso una denuncia en la Fiscalía. Su tesis es que Sayco no ha sido legal en la distribución de las regalías por la música de su padre con ninguno de los beneficiarios. Hace menos de un mes le pidieron a la Fiscalía que hiciera revisión de las cuentas nacionales e internacionales de Sayco. El Espectador intentó obtener respuesta de esa entidad, sin éxito.
Gloria María y amigos que la ayudan, como Carlos Manuel Guevara, creen que Sayco ha estafado a muchos compositores e intérpretes colombianos. Por esa razón acudieron a la Cisac (Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores), para que reporten, globalmente, cuántas regalías se le han entregado a Sayco por la obra de Lucho Bermúdez. Guevara invita a que otros artistas colombianos se unan al proceso con la Cisac. Hace tres días se divulgó que el Ministerio del Interior suspendió a Sayco por un mes y la multó con 50 salarios mínimos (unos $31 millones) por indicios de malos manejos, extralimitaciones e “inexistencia de reglas claras en relación con el recaudo de los derechos”.
Celebración de un natalicio
Las disputas de los herederos entre sí y con Sayco no eclipsan un hecho certero: el legado del maestro Lucho Bermúdez sigue más vivo que nunca. Conocedores de su carrera afirman que su música brilló en todo su esplendor con la llegada de Matilde Díaz a su vida, quien interpretó solemnemente las canciones con las que aún se les recuerda.
Tres de sus cuatro hijos, con excepción de su primogénito, heredaron sus talentos musicales y son ellos los que se encargan día a día de seguir manteniendo viva esa llama. Este 25 de enero, fecha en la que se conmemora el centenario de su nacimiento, será declarado día cívico en su pueblo natal. Irónicamente la Gobernación de Bolívar no aportó un peso para financiar los eventos con los que se ensalzará la vida y obra de un grande entre los grandes. Del hijo de El Carmen de Bolívar.
Homenajes en el centenario de Lucho Bermúdez
Delegaciones culturales, con representantes de todo el país, asistirán el próximo miércoles 25 de enero al gran homenaje nacional en memoria del compositor Lucho Bermúdez, con ocasión del primer centenario de su nacimiento.
El eje de todos los tributos al artista, considerado por muchos el más importante exponente del folclor caribeño, será Carmen de Bolívar, en donde se realizarán una completa agenda académica y un gran concierto que estará encabezado, de acuerdo con las últimas informaciones, por el presidente Juan Manuel Santos y la ministra de Cultura, Mariana Garcés.
En este evento se dará lectura al decreto mediante el cual el gobierno del departamento de Bolívar establece el 2012 como el año para homenajear la memoria del autor de Salsipuedes, Carmen de Bolívar, Colombia tierra querida y de otras 1.200 canciones destacadas.
En el concierto participarán las tres orquestas que han tenido la influencia del maestro: la Orquesta Lucho Bermúdez, la Kalamary Big Band y Cartagena Big Band.
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