Según Promigas, todos los esfuerzos que adelanta en la ribera del Magdalena han sido infructuosos.
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Ante la grave situación que se viene presentado sobre la margen izquierda del río Magdalena, frente a la denominada Isla Cabica, generada por un fenómeno de erosión producto de la fuerte ola invernal y al altísimo nivel del río, Promigas anunció anoche la restricción en el suministro de gas natural a sus clientes de las termoeléctricas y a las grandes industrias de la Costa.
El presidente de Promigas, Antonio Celia, en diálogo con EL HERALDO, afirmó que “en el peor de los eventos podríamos atender a las residencias, así como a las pequeñas industrias y al comercio, así como un porcentaje significativo del gas natural que se usa como combustible automotor”.
Celia precisó que el servicio de gas natural a los sectores residencial y pequeñas industrias no se verán afectadas. De igual manera destacó que durante varios meses la empresa adoptó una serie de medidas para controlar la situación, lo que ha resultado infructuoso debido a la intensidad de la ola invernal.
Perdiendo la batalla contra el río. “La situación hasta el jueves pasado estaba razonablemente controlada, pero lamentablemente hoy (anoche) tenemos que reconocer que estamos perdiendo la batalla contra el río”, afirmó Celia.
“Hemos realizado unos esfuerzos enormes y destinado una gran cantidad de recursos económicos y humanos, pero resulta muy difícil luchar contra los caudales del río. Este par de inviernos prolongados han sido muy duros y además el cauce se modificó radicalmente, de manera que nosotros a la altura donde cruzamos el río, en la isla de Cabica, estamos teniendo dificultades con el tramos del gasoducto que pasa por allí”, afirmó Celia.
Para el ejecutivo, el cambio climático alteró completamente el mapa de riesgo no solo de la Costa sino de todo el país. “Lo que vimos en estos años, un verano muy intenso, que fue el Niño; y luego dos inviernos prolongados, que ha sido la Niña; eventos cuya probabilidad de ocurrencia era antes deleznable. Sin embargo, ahora nos toca entender que el cambio climático es una realidad y el riesgo mucho mayor”.
Pese a la inversión que hizo Promigas a mediados del año pasado, que ascendieron a unos 25 mil millones de pesos, la velocidad del caudal superó la posibilidad de instalar pilotes, hasta el punto de que en el último mes ha sido imposible poder controlar la arremetida de las aguas.
De allí que en las últimas horas la empresa se haya visto obligada a bajar la presión de bombeo del gas, lo que genera las restricciones para industrias que requieren mayores niveles de presión.
Voceros de Promigas informaron que la empresa está implementando alternativas para continuar atendiendo a sus clientes termoeléctricos y grandes industrias de tal manera que se les genere el menor impacto posible. De la misma manera ha informado de la situación a las autoridades correspondientes, entre ellas la Comisión de Regulación de Energía (Creg).
Tras el anuncio, trascendió que importantes industrias de la región, como Monómeros Colombo Venezolanos, tendrán que suspender su producción durante el tiempo que dure la emergencia, es decir, mientras Promigas implementa una nueva ruta, e instala una nueva tubería, a un lado del puente Pumarejo. En iguales circunstancias estarían importantes industrias como Cartón Colombia y Acesco.
También racionan energía. La emergencia de gas natural reportada por Promigas, obligó anoche a Electricaribe a racionar el servicio de energía con el fin de garantizar la estabilidad del sistema de distribución de energía en la Región Caribe.
En consecuencia se hace necesario desenergizar subestaciones para equilibrar la oferta y la demanda de energía de los clientes.
Las proyecciones indican que en la noche, cuando existe mayor demanda, el racionamiento en varias ciudades y municipios intermedios será del orden de los 200 megavatios.
Los horarios de los racionamientos serán entre las 7:00 p.m. y las 10:00 de la noche.
Para el caso del Atlántico: Baranoa, Galapa, Usiacurí, Polonuevo, Santo Tomás, Juan de Acosta, Piojó, Tubará, Sabanagrande, Palmar de Varela, zona urbana y rural de Sabanalarga, Campo de la Cruz, Suan, Candelaria, Santa Lucía, Manatí, Luruaco, Repelón, parte de Soledad, parte del sur de Barranquilla.
En Magdalena: Aracataca, Tucurinca, Fundación, El Banco, Sevillano, Orihueca, Riofrío, Ciénaga, Guacamayal, Puebloviejo, Tasajera, Plato, Tenerife, Real del Obispo, Chibolo y El Retén.
En Guajira: Camarones, Manaure, Carraipía, Uribia, El Molino, Villanueva, La Jagua del Pilar, Urumita, parte de Riohacha y Maicao
En Cesar: Codazzi, El Paso y El Copey.
En Córdoba: Zona rural Montería, La Apartada, Montelíbano, Tierralta, Cereté y parte de Montería.
Sucre: Sucre Sucre, Guaranda, Betulia, Majagual, San Marcos, Sincé, Galeras, San Benito Abad, Buenavista y parte de Sincelejo.
Bolívar: Achí, María La Baja, Arjona, Turbaco, parte de Cartagena, San Cristóbal, San Etanislao, Soplaviento, Zambrano, Villanueva, El Carmen de Bolívar, San Jacinto, San Juan Nepomuceno, Mahates, Malagana, San Cayetano, Bayunca, Clemencia, Galerazamba, Loma de Arena, Pueblo Nuevo y Santa Catalina.
El presidente de Promigas, Antonio Celia, en diálogo con EL HERALDO, afirmó que “en el peor de los eventos podríamos atender a las residencias, así como a las pequeñas industrias y al comercio, así como un porcentaje significativo del gas natural que se usa como combustible automotor”.
Celia precisó que el servicio de gas natural a los sectores residencial y pequeñas industrias no se verán afectadas. De igual manera destacó que durante varios meses la empresa adoptó una serie de medidas para controlar la situación, lo que ha resultado infructuoso debido a la intensidad de la ola invernal.
Perdiendo la batalla contra el río. “La situación hasta el jueves pasado estaba razonablemente controlada, pero lamentablemente hoy (anoche) tenemos que reconocer que estamos perdiendo la batalla contra el río”, afirmó Celia.
“Hemos realizado unos esfuerzos enormes y destinado una gran cantidad de recursos económicos y humanos, pero resulta muy difícil luchar contra los caudales del río. Este par de inviernos prolongados han sido muy duros y además el cauce se modificó radicalmente, de manera que nosotros a la altura donde cruzamos el río, en la isla de Cabica, estamos teniendo dificultades con el tramos del gasoducto que pasa por allí”, afirmó Celia.
Para el ejecutivo, el cambio climático alteró completamente el mapa de riesgo no solo de la Costa sino de todo el país. “Lo que vimos en estos años, un verano muy intenso, que fue el Niño; y luego dos inviernos prolongados, que ha sido la Niña; eventos cuya probabilidad de ocurrencia era antes deleznable. Sin embargo, ahora nos toca entender que el cambio climático es una realidad y el riesgo mucho mayor”.
Pese a la inversión que hizo Promigas a mediados del año pasado, que ascendieron a unos 25 mil millones de pesos, la velocidad del caudal superó la posibilidad de instalar pilotes, hasta el punto de que en el último mes ha sido imposible poder controlar la arremetida de las aguas.
De allí que en las últimas horas la empresa se haya visto obligada a bajar la presión de bombeo del gas, lo que genera las restricciones para industrias que requieren mayores niveles de presión.
Voceros de Promigas informaron que la empresa está implementando alternativas para continuar atendiendo a sus clientes termoeléctricos y grandes industrias de tal manera que se les genere el menor impacto posible. De la misma manera ha informado de la situación a las autoridades correspondientes, entre ellas la Comisión de Regulación de Energía (Creg).
Tras el anuncio, trascendió que importantes industrias de la región, como Monómeros Colombo Venezolanos, tendrán que suspender su producción durante el tiempo que dure la emergencia, es decir, mientras Promigas implementa una nueva ruta, e instala una nueva tubería, a un lado del puente Pumarejo. En iguales circunstancias estarían importantes industrias como Cartón Colombia y Acesco.
También racionan energía. La emergencia de gas natural reportada por Promigas, obligó anoche a Electricaribe a racionar el servicio de energía con el fin de garantizar la estabilidad del sistema de distribución de energía en la Región Caribe.
En consecuencia se hace necesario desenergizar subestaciones para equilibrar la oferta y la demanda de energía de los clientes.
Las proyecciones indican que en la noche, cuando existe mayor demanda, el racionamiento en varias ciudades y municipios intermedios será del orden de los 200 megavatios.
Los horarios de los racionamientos serán entre las 7:00 p.m. y las 10:00 de la noche.
Para el caso del Atlántico: Baranoa, Galapa, Usiacurí, Polonuevo, Santo Tomás, Juan de Acosta, Piojó, Tubará, Sabanagrande, Palmar de Varela, zona urbana y rural de Sabanalarga, Campo de la Cruz, Suan, Candelaria, Santa Lucía, Manatí, Luruaco, Repelón, parte de Soledad, parte del sur de Barranquilla.
En Magdalena: Aracataca, Tucurinca, Fundación, El Banco, Sevillano, Orihueca, Riofrío, Ciénaga, Guacamayal, Puebloviejo, Tasajera, Plato, Tenerife, Real del Obispo, Chibolo y El Retén.
En Guajira: Camarones, Manaure, Carraipía, Uribia, El Molino, Villanueva, La Jagua del Pilar, Urumita, parte de Riohacha y Maicao
En Cesar: Codazzi, El Paso y El Copey.
En Córdoba: Zona rural Montería, La Apartada, Montelíbano, Tierralta, Cereté y parte de Montería.
Sucre: Sucre Sucre, Guaranda, Betulia, Majagual, San Marcos, Sincé, Galeras, San Benito Abad, Buenavista y parte de Sincelejo.
Bolívar: Achí, María La Baja, Arjona, Turbaco, parte de Cartagena, San Cristóbal, San Etanislao, Soplaviento, Zambrano, Villanueva, El Carmen de Bolívar, San Jacinto, San Juan Nepomuceno, Mahates, Malagana, San Cayetano, Bayunca, Clemencia, Galerazamba, Loma de Arena, Pueblo Nuevo y Santa Catalina.
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