lunes, 23 de enero de 2012

En San Jacinto también le deben plata a Pambelé

Wilfred Arias

El excampeón mundial de boxeo Antonio Cervantes Kid Pambelé, junto a su sobrina Candelaria Pérez.
Los temblores en el cuerpo de Antonio Cervantes Reyes persisten, pero los soporta a punta de pastillas. Lo que sí no ha podido aguantar Pambelé y su amigo de hace más de 20 años, el escritor Miguel Gómez, es que los exalcaldes de cuatro municipios de Bolívar y uno de Sucre no le hayan pagado la plata de los libros que fue a promocionar el año pasado, dando charlas en los colegios, testificando de su lucha contra las drogas y exponiendo un mensaje de prevención a los estudiantes de las instituciones educativas que visitó.
Los mandatarios salientes de los municipios de San Marcos, San Jacinto, Achí, Magangué y Guaranda (Sucre), no le pagaron el costo de los tres libros que fue a promocionar Cervantes Reyes y escritos por Gómez: El Encuentro, El Calvario y El último Centurión. Son los nombres de las tres obras escritas, que relatan la vida del exboxeador, la fama, su llegada a la cumbre del boxeo y su caída.
Pero de la plata nada. “No nos han pagado; invertimos un capital cercano a los 20 millones de pesos, esto preocupó a Pambelé y a mí también. Me deprimí tanto que pensé hasta suicidarme”, le contó a EL HERALDO Miguel Gómez vía telefónica. Él intentó por varias formas comunicarse con los despachos de los alcaldes, pero no le dieron respuesta a la solicitud de pago. Además, hubo cambios en las administraciones locales y se complicó, un poco más, cobrar la plata por los servicios que prestaron en estos municipios.
Para él, que se precia ser amigo y testigo de los momentos más difíciles del excampeón, esta situación le pudo causar las últimas crisis de ansiedad que sufrió Cervantes. “Se puso a caminar por toda la casa; me decía que tenía temor que le fuera a dar algo. Le di una pastilla de aquinetón y eso lo puso a dormir”, dijo Candelaria Pérez Cervantes, sobrina de Pambelé, quien lo ha tenido en su casa desde que fue examinado por galenos del Hospital Universitario del Caribe, en diciembre pasado y donde celebró su cumpleaños 66 y la Navidad.
“A mi tío le siguen dando los temblores, la familia quiere saber a ciencia cierta por qué le pasa esto. Queremos que le hagan un chequeo más a fondo para ver qué pasa con él”, agregó Candelaria.
Cervantes Reyes cuenta con el servicio de salud de la EPS Coomeva, donde lo han atendido de manera oportuna, pero el cuadro persiste: “Los temblores pueden ocasionarse por la ansiedad de no consumir drogas, eso es lo que nos han dicho, de forma persistente, los médicos”, contó la sobrina del mejor deportista del siglo 20 en Colombia. Pero este diagnóstico no deja tranquilo a la familia Cervantes.
La familia del excampeón mundial de los welter junior de la AMB pide que a Pambelé lo vuelvan a examinar a profundidad, no confían en el resultado de los exámenes que se le hicieron en el hospital de Cartagena, porque aseguran “fue más un control de consultorio. En el 2008 en el Hospital San Ignacio de Bogotá lo metieron en una cámara hiperbárica y pudieron constatar la reducción en la masa cerebral y las lesiones internas y externas del cerebro de Pambelé, por eso queremos que lo lleven de nuevo a Bogotá para ver qué es lo que realmente le pasa”, aseguró su amigo Miguel Gómez.
Mientras llega la plata que le adeudan por los libros y la oportunidad de poder hospitalizarlo para exámenes más profundos, Pambelé y Miguel Gómez ya están preparando un cuarto libro de la vida del expúgil: ‘Es mejor ser rico que pobre’.

Por Carlos Hurtado Morón
Cartagena

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