Para los artesanos de los Montes de María --Morroa, San Antonio de Palmito y Colosó (Sucre) y San Jacinto (Bolívar)-- hay una gran necesidad de posicionar más sus productos elaborados en hilo, caña flecha y palma de iraca a nivel regional y nacional para darles proyección y afianzar las ventas.
Si Alejandra* supiera cuánto tiempo empleó una artesana en elaborar en caña flecha y a mano ese llamativo bolso en forma de canasto, con material 100 por ciento natural y que además es un producto con el sello Hecho a mano, no diría que "ni loca paga 100 mil pesos" por él.
San Jacinto (Bolívar) es muy conocido por la variedad de artesanías que se elaboran.
Lastimosamente como ella hay muchas personas que no tienen en cuenta la calidad y lo que vale un producto como este, elaborado no solo con los mejores materiales, sino también con la pasión, entrega y dedicación que muchos artesanos de los Montes de María le ponen.
Poco valor
Por si fuera poco, el poco valor que les dan a estos productos como también a los elaborados en hilo y palma de iraca, no es la única amenaza en la cadena artesanal que existe en la región de los Montes de María. La elaboración de algunos de estos productos en fábrica y con materiales más económicos son una barrera en su comercialización. Por esto la cadena necesita ser fortalecida para competir en el mercado.
Fortalezas
Jaime Trespalacios Martínez, coordinador de un proyecto de artesanías de la Cooperativa de Artesanos de San Jacinto (Bolívar), que agremia a 345 artesanos de este municipio y de San Antonio de Palmito, Colosó y Morroa (Sucre), señaló que los buenos diseños, la innovación y acabados de los productos que cuentan con la certificación de Hecho a mano, son las principales fortalezas de esta cadena.
Pero puntualmente en el caso de la hamaca, un producto elaborado en hilo, la existencia en el mercado de la que se hace en fábricas es una gran amenaza, ya que esta cuesta entre 30 y 40 mil pesos, mientras que la diseñada por una mujer en un telar está avaluada entre 90 y 120 mil pesos, según el diseño.
"En las giras que se han hecho, hemos encontrado que es una dificultad grande que presenta en este momento esta artesanía", reconoció Trespalacios.
Caña flecha
Agrega que en lo que respecta a la caña flecha, material con la que se elabora el sombrero vueltiao, patrimonio nacional, en algunos sectores de San Andrés de Sotavento y Tuchín (Córdoba) tratan la palma con tintes artificiales, lo que, dice, está desvirtuando un poco la parte artesanal del sombrero.
Trespalacios considera que sumado a esto para esta línea de artesanal existe un problema de mercadeo.
"En estos momentos en Tuchín y San Antonio de Palmito, un sombrero de 11 vueltas es vendido entre 11 y 13 mil pesos y los costos de producción oscilan entre 11 y 12 mil pesos, entonces las ganancias son mínimas. La gentes está vendiendo y no está cobrando su mano de obra", señaló.
Promoción
Asegura que si a nivel de Montes de María se hace una promoción fuerte ligada a la parte cultural y al turismo, se podría lograr mucha más presencia de visitantes que adquieran los productos de las tres líneas.
Pero dentro de esta cadena se están desarrollando importantes programas para combatir las barreras que impiden un desarrollo más eficiente.
Con el apoyo de la Fundación Red Desarrollo y Paz de los Montes de María, una de las estrategias que se implementarán es la formación de los artesanos para que aprendan a administrar mejor su negocio y sean más creativos aprovechando los recursos.
Objetivo
"El objetivo es que ellos tengan la capacidad de articular varios productos. Por ejemplo, bolsos combinados con caña flecha, iraca o cuero, de tal manera que se vaya diversificando y se puedan sacar al mercado productos más pequeños. Que se pueda conseguir la materia prima a menores costos", sostuvo.
Proyección
Esta cadena se proyecta como un renglón fuerte en la economía de esta zona, aunque presenta algunas dificultades, sus miembros apoyados por esta fundación están trabajando para superarlas.
Que sea reconocida a nivel regional y nacional, pero que sean los mismos artesanos quienes hagan este proceso de mercadeo con presencia en ferias y puntos de ventas en Bogotá, Medellín y las principales ciudades del país es una de las tareas que están en ejecución.
Ventajas
Para Maritza Roqueme Suárez, artesana de San Antonio de Palmito, tener la materia prima y elaborar a mano los bolsos, billeteras, accesorios, tapetes, monederos e individuales son sus principales ventajas.
Pero la competencia, los intermediarios y la lluvia son algunas dificultades.
"La lluvia también nos afecta, porque el camino se pone malo. Se nos dificulta salir y a los turistas entrar hasta la zona indígena, donde vivimos nosotros", dice Roqueme.
Otra de las barreras que hay en esta cadena es que para un artesano es muy difícil acceder a créditos, porque no cuentan con los soportes y el respaldo económico para responder. Y la salida a esta situación, para ellos, es mejorar el mercadeo.
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