viernes, 6 de enero de 2012

Tala de árboles en aumento

Arriba de la cuenca del arroyo Colosó, árboles de especies campano y caracolí son algunos de los más talados en Colosó.
Arriba de la cuenca del arroyo Colosó, árboles de especies campano y caracolí son algunos de los más talados en Colosó.
Colosó. Como un gran problema que no se puede controlar calificó el representante de la Corporación Ambiental y de Turismo de los Montes de María, José Miguel Ochoa Carrascal, la progresiva tala de árboles que se registra a diario en Colosó, Chalán y Toluviejo.

Asegura que en el corregimiento de Macaján, en Colosó, alrededor de 12 aserradores suben a diario con mulos y burros por el cerro Las Campanas, donde el número de hectáreas afectadas son incontables.

Daños incalculables
"Es un daño incalculable. Creemos que dentro de 50 años no podremos reparar ese gran daño ambiental que le están haciendo a este municipio", señaló Ochoa.
Añadió que además de la finca Las Campanas, Bajo del Bleo –ubicado en la parte alta del chorro Guacharaca, uno de los atractivos de Colosó--, como también en sus alrededores han talado campanos, caracolíes de 100 a 150 años, ceibas, zapatos, entre otros madereables, afectando las fuentes hídricas.
Llamado
Teniendo en cuenta este panorama, hizo un llamado a la comunidad y a las autoridades competentes para detener la indiscriminada tala de árboles que, dice, está llevando a un caos ambiental.
"En un sector hay más de tres hectáreas taladas de manera civilizada, pero en donde no están haciendo reforestación y después de que terminan de talar los árboles queman el suelo para sembrar maíz y arroz", precisó Ochoa.
Afirmó que el mayor daño lo están haciendo en La Ensenada o Bajo Hondo, el sector de Los Borjas, la finca Pajarito y en toda la montaña de Colosó, Chalán y Toluviejo.
Denunciaron
"El anterior alcalde hizo varias denuncias. Personal de Carsucre visitó las zonas afectadas, pero igual la situación se sigue presentando", acotó Ochoa.
Una de las grandes preocupaciones que señala Ochoa es la repercusión que tiene este daño ambiental en el turismo ecológico que se desarrolla en la zona y el hecho de que Colosó haya sido declarado como zona de reserva campesina en más del 90 por ciento de su territorio.
"En la medida que la acabemos, acabamos con el turismo, porque ese es el principal atractivo de este municipio. La parte humana también, porque estaríamos acabando también con las fuentes de agua"

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