Medidas como el toque de queda, la ley seca y una rigurosa militarización fueron necesarias para restablecer el control del orden público en varios municipios del territorio nacional tras las asonadas que estallaron contra los resultados de las elecciones del domingo.
Las poblaciones en las cuales se impuso el toque de queda son Sahagún, en Córdoba; Yumbo, en el Valle; El Paso, Cesar; y Chipaque y Fómeque, en Cundinamarca.
Los disturbios se generalizaron en cerca de 50 municipios del país, donde los manifestantes incendiaron las instalaciones de la Registraduría, quemaron el material electoral y atacaron otros edificios públicos, en los que funcionan las alcaldias, las personerías y los juzgados.
Entre los municipios más afectados por los desmanes, además de aquellos en los cuales se impuso el toque de queda, figuran Ponedera, Atlántico; Chiriguaná, Cesar; San José de Uré, La Apartada, Los Córdoba y Puerto Libertador, en Córdoba; Trujillo, Riofrío, Roldanillo, Jamundí y Calima Darién, en el Valle; Guachené y Corinto, en Cauca; El Líbano, en el Tolima y Carmen de Bolívar, Mahates, Villa Nueva y San Estanislao, en el departamento de Bolívar.
La Policía Nacional confirmó que los actos vandálicos registrados en el país dejan 2 muertos y 19 Registradurías incineradas, al igual que otras instalaciones públicas destruídas, como alcaldías, personerías y juzgados.
En algunas poblaciones han sido atacadas las casas de los alcaldes y las sedes políticas de candidatos ganadores.
La policía indico, además, que en desarrollo de los operativos para contener los actos vandálicos fueron capturadas 19 personas, en su mayoría menores de edad y se iniciaron 15 investigaciones para identificar y judicializar a los responsables de los disturbios.
Finalmente, la Policia Nacional informó que algunos candidatos perdedores de las elecciones del domingo están siendo investigados como instigadores o promotores de los desmanes.
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