El encuentro fue en la Institución Educativa Diógenes A. Arrieta, y contó con la presencia de Diego Molano, director de Acción Social; Juan Manuel Ospina, director de Incoder; Fernando Cabezas, el padre Agustín Villar, del Programa Desarrollo y Paz de los Montes de María; el padre Rafael Castillo, el alcalde Roberto Guardela Osorio; el alcalde electo Gustavo José Castillo.
También, funcionarios de Acción Social, de la Red Unidos y 32 delegaciones en representación del los quince municipios de los Montes de María, pertenecientes a los departamentos de Bolívar y Sucre.
Diego Molano le manifestó al alto comisario que el presidente de la República, Juan Manuel Santos, definió a la región, sobre todo el corregimiento de El Salado, como piloto para la aplicación de la Ley de Víctimas, “porque aquí está sucediendo algo que hay que mostrar al mundo y es el retorno, que es el triunfo de la reconciliación, que permite el reencuentro de los que se quedaron con las víctimas que volvieron. También permite mantener el perdón, nunca el olvido, pero siempre mirando hacia delante”.
“Queremos que conozca y viva esta realidad, no del viaje, ni de la infraestructura, sino de la gente, porque detrás de cada rostro hay una historia que es la historia de Colombia, unas de violencia y ahora historias de paz y amor, y para eso necesitamos del apoyo de la Unión Europea”, dijo Molano.
Juan Manuel Ospina resaltó que donde ha habido fuertes acciones de violencia, la vida reclama su puesto y los Montes de María son un clarísimo ejemplo de ello. “Necesitamos organizar todas estas iniciativas para que alrededor de proyectos y de visiones compartidas podamos garantizar una consolidación definitiva de voluntad, de desarrollo, de progreso y democracia, que reflejan las comunidades. Esta es una de las regiones más significativas del caribe colombiano”.
Dijo que entre todos, pero de manera renovada hay que recuperar a los Montes de María y así lo ve el gobierno nacional y la cooperación internacional. “Tiene que ser un referente fundamental para reconstruir las bases reales de la paz y la convivencia. La paz no la hacemos con discursos, la paz la hacemos con hechos del día a día”, manifestó Ospina.
El alcalde de San Juan, Roberto Guardela, dijo que “los Montes de María es una región en postconflicto, cuyas heridas aún no sanan, y que si bien es cierto que la violencia ha sido erradicada, y que se puede transitar libremente, estamos muy lejos de la recuperación económica”.
Es importante que programas como este se amplíen y se masifiquen para mejorar la calidad de vida, que no se ha recuperado, y que tiende a desmejorar. “Los campesinos de esta región viven una paradoja, y es que cuando logran tener una buena cosecha, los precios bajan y no les alcanza el producido para pagarle al Banco Agrario”.
El mandatario dijo que se une a una propuesta que hicieron miembros de la Umata de Bolívar al Ministerio de Agricultura, en la que solicitan que las tierras dedicadas a la reforestación y a la palma africana se destine un porcentaje al cultivo de pancoger.
También, que el Laboratorio de Paz de los Montes de María implemente un banco de los pobres en la subregión, que permita el micro crédito rápido y oportuno para microempresas y cultivadores.
Andris Piebalgs, quien dijo unas cuantas palabras especialmente el saludo en español, dijo que los colombianos viven en un país maravilloso, y que dentro de poco su país (Letonia), estará cubierto por la nieve y que es muy extraño sentirse en un país donde el sol sale constantemente.
Sostuvo que en su país se conoce verdaderamente cuál ha sido el drama y el sufrimiento de las personas de los Montes de María.
A través del lanzamiento de una pelota de hilo al azar el alto comisario conversó con cada uno de los representantes de las delegaciones que se hicieron presentes con stand repletos de productos de los proyectos que ellos vienen realizando. Allí se enteró de primera mano de como avanzan los procesos en cada municipio que hacen parte de este laboratorio.
El padre Agustín Villar, dijo que la presencia del alto comisario es significativa porque se le comparte y comunica lo que tantas familias de los Montes de María han logrado con el apoyo de la Comunidad Económica Europea.
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