Los vecinos están exasperados porque cuadrillas de trabajadores rompen las calles desde tempranas horas de la madrugada con pico y pala, interrumpiendo el sueño de los habitantes de las cuadras donde realizan los trabajos.
En varios tramos han roto la tubería vieja y, como no han afirmado el material que sacan, se han formado verdaderos lodazales.
“Algunos transeúntes desprevenidos se han ido en las zanjas, afortunadamente sin consecuencias que lamentar”, comentó un habitante del sector.
La queja de la comunidad fue formulada al nuevo director de Planeación Municipal, Robert Vásquez Arrieta, para que tome cartas en el asunto, pero a la fecha no ha habido respuesta satisfactoria.
Según los querellantes, en todo contrato de esta índole, el contratista se compromete a dejar el terreno en el mismo estado en lo encontró, pero en este caso no se ha cumplido.
Es por eso que piden que se les arregle el problema, ya que las lluvias no han dejado de caer y la situación puede empeorar.
La empresa encargada de cambiar la tubería no ha dado la cara a la comunidad afectada.
Los habitantes del Barrio Arriba esperan que la Administración municipal actúe y obligue al contratista a cumplir con sus responsabilidades.
“No nos oponemos al progreso ni a las obras del acueducto, pero sí exigimos que nuestra calle sea reparada y dejada igual a como la encontraron antes de intervenirla”, manifestó un vecino del Barrio Arriba, de San Juan Nepomuceno.
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