Actos culturales en el encuentro de jóvenes de zonas agobiabas por la violencia y la pobreza en Magangué.
A instancias de la “Legión del Afecto”, programa de Acción Social, más de 250 líderes de diferentes municipios, veredas y corregimientos del Bajo Magdalena, se reunieron en Magangué, para presentar las conclusiones de un trabajo realizado por cerca de 70 jóvenes que recorrieron este territorio viendo, escuchando y sintiendo las riquezas, las tensiones y los activos de las comunidades en situación de pobreza y golpeadas por la ola invernal.A la instalación del Seminario asistió Monseñor Leonardo Gómez Serna, quien destacó la importancia de escuchar la voz de las comunidades, de valorar sus riquezas y posibilidades porque "quien tiene el problema, también tiene la solución" y porque el Estado requiere dialogar con las comunidades antes de ofrecer soluciones centralistas que muchas ocasiones ignoran lo que la gente necesita.
Las comunidades y la “Legión del Afecto” presentaron, a través del lenguaje del arte y la cultura regional (danzas, teatro, música, artesanías y poesía), más de 100 tensiones que generan zozobra y malestar en las comunidades, tales como la presencia de grupos armados ilegales que están reclutando jóvenes, el descuido de las expresiones culturales y la falta de oportunidades para los jóvenes.
También hablaron de la minería ilegal que contamina al río y está acabando con la pesca, que es el sustento de los agropescadores, así como de la corrupción y la negligencia de las instituciones públicas y la presencia de pandillas juveniles.
También se presentaron 70 formas de sobrevivencia de las comunidades derivadas del rebusque, las costumbres y el conocimiento de este territorio.
Allí se mencionaron las artesanías, la pesca artesanal, la venta de jugos naturales, las fabricas de hielo, los servicios domésticos, el mototaxismo, las ventas ambulantes, entre otras actividades que requieren del apoyo de las autoridades y de los empresarios para mejorar la calidad de vida de los pobladores.
Igualmente, se presentaron más de 50 riquezas del territorio que generan arraigo y sentido de pertenencia y que hacen sentir orgullo de habitar el Bajo Magdalena, tales como la cultura, las danzas, los paisajes aptos para el ecoturismo, la historia y las tradiciones que vienen desde los zenues y chimilas.
Este inventario de las riquezas y los desafíos de la región, serán entregados a la Corporación de Desarrollo y Paz del Bajo Magdalena, para que focalice sus proyectos de inversión que son financiados con recursos de Acción Social, la Unión Europea, Ecopetrol y otras entidades.
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