Se requirieron 15 años para que el sueño de conectar el interior del país con la Costa Caribe empezara hacerse realidad. Para ello fue necesario superar pleitos con la Concesionaria del Magdalena Medio S.A. (Commsa), en los cuales intervinieron hasta el rey de España y el dueño de uno de los equipos de fútbol más importantes del mundo.
Hoy el grupo Consol, liderado por la compañía brasileña Norberto Odebrecht, tiene la responsabilidad de invertir $2 billones para construir una doble calzada entre Puerto Salgar (Cundinamarca) y San Roque (Cesar).
En 1996 una subdirección del Instituto Nacional de Vías (Invías) tomó la decisión de entregar en concesión el tramo Tobiagrande-Puerto Salgar al concesionario Commsa, con lo cual abría el camino para que este corredor se convirtiera en la columna vertebral de las exportaciones colombianas por el Caribe.
Sin embargo, antes de que se iniciaran las obras, que quedaron abandonadas, el concesionario pidió al Invías cambiar el trazado por considerar que era más seguro, solicitud que no fue aprobada por Invías.
Además, se presentó un inconveniente que involucró la entrega de una póliza de garantías falsa, lo que agudizó la problemática que finalizó con la declaratoria de la caducidad del proyecto y el abandono de las obras por varios años, lo que le representó grandes pérdidas al país.
Luego de esta situación fueron necesarios dos gobiernos para solucionar el litigio, que finalmente terminó con la estructuración del proyecto Ruta del Sol, corredor que tuvo que ser dividido en tres sectores para facilitar su construcción, por el elevado precio de las obras.
El primer sector parte de Villeta y llega a el sitio El Koran en Puerto Salgar (Cundinamarca), donde se inicia el segundo tramo, el cual terminará en San Roque (Cesar). El último sector conectará a San Roque con La Ye de Ciénaga, a 20 kilómetros del puerto de Santa Marta.
De este sector hacen parte también los tramos Bosconia-Valledupar y Bosconia-El Carmen de Bolívar.
El corredor beneficiará directamente a los departamentos de Cundinamarca, Boyacá, Tolima, Caldas, Antioquia, Santander, Norte de Santander, Bolívar, Cesar y Magdalena.
El tramo II
De acuerdo con el ministro de Transporte, Germán Cardona, la iniciación del tramo II permitirá dar un impulso a la locomotora de la infraestructura, fundamental para engranar el dinamismo de la economía nacional.
Cardona considera que la Ruta del Sol es uno de los principales proyectos de infraestructura vial en Colombia, que conectará a Bogotá con el Caribe central.
Con esta obra el Gobierno busca incrementar la competitividad y promover el crecimiento económico del país para favorecer, según el proyecto, el continuo mejoramiento de la calidad de vida de la población.
El tramo dos está en manos del consorcio Consol, integrado por las sociedades Norberto Odebrecht S.A., firma brasileña; Estudios y Proyectos del Sol S.A (Episol S.A.S.), filial de Corficolombiana, y CSS Constructores S.A.
De acuerdo con el representante legal de la constructora Consol, Manuel Ximenes, el objetivo del consorcio es construir la nueva calzada y mejorar la vía existente de 528 kilómetros.
El directivo explicó que el tramo II es una megaobra que busca unir el norte y el sur del país mediante la construcción de una vía de doble calzada que mejorará la movilidad en ese trayecto, facilitando el comercio internacional de Colombia, así como el turismo y conexión de los municipios de la zona de influencia.
El corredor tiene una longitud de 528 kilómetros divididos en siete tramos ejecutados a lo largo de los 5 años.
El tramo I corresponde a Puerto Salgar (Cundinamarca)-Caño Alegre (Boyacá).
El tramo 2: Caño Alegre-Puerto Araújo (Santander)
El tramo 3: Puerto Araújo-La Lizama (Barrancabermeja).
El tramo 4: La Lizama-San Alberto (Cesar).
El tramo 5: San Alberto-Aguachica (Cesar).
El tramo 6: Aguachica-La Mata (La Gloria, Cesar).
El tramo 7: La Mata-San Roque (Curumaní).
La obra tendrá alrededor de 116 puentes nuevos. Actualmente se están construyendo varios en los tramos de Puerto Salgar a Caño Alegre, en la sección San Alberto-Aguachica y Aguachica-La Mata.
Actualmente el tramo II tiene cinco peajes en operación, los cuales serán renovados para ofrecer un mejor servicio y generar y promover una cultura de seguridad vial. Para ello la concesionaria tiene previsto ofrecer un servicio de recaudo de mejor calidad, explicó el ministro.
También hace parte del proyecto la construcción de seis intercambiadores en los principales puntos de influencia de la carretera, como Caño Alegre, Agua Clara, San Alberto, La Lizama, Aguachica y La Fortuna.
La concesión estará en manos del operador hasta tanto se recaude el ingreso esperado, que podría estimarse en 15 años.
Por ahora el Gobierno espera que los contratistas cumplan con el contrato para que el país pueda asistir a la apertura de una de las más importantes vías de desarrollo colombiano, concluyó.
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