domingo, 15 de mayo de 2011

El Carmen de Bolívar bajo la sombra del paramilitarismo

Pasada la media mañana en El Carmen de Bolívar el clima es primaveral en este viernes 13 de mayo de 2011. El sol no se ha asomado con los rayos brillantes de otros días y quienes caminan por sus calles largas soportan una llovizna lenta y aburrida que muchos creen que es ideal para remojar pollos.
La Virgen que le da nombre a esta población bolivarense, enclavada en Los Montes de María, mira hacia la Troncal de Occidente y con su brazo derecho levantado, mientras carga con el otro al Niño Jesús, parece no cansarse de saludar a los centenares de conductores que pasan por el lugar con distintos rumbos.
Las calles están mojadas y manchadas por una especie de barro rojizo que bajó de las zonas más altas de la población. El mercado está muy activo. Decenas de personas caminan por sus calles estrechas que despiden un olor a frutas y verduras frescas.
En una de las esquinas del marco de la Plaza está la Alcaldía de El Carmen. Es una edificación deteriorada, de color blanco y franjas negras, Ahí no solo funciona el despacho del Alcalde, sino la Personería y el Concejo, donde precisamente se debatía ese viernes los alcances de la declaración de urgencia manifiesta educativa firmada por Galo Torres Serna, alcalde de la población en problemas con la Procuraduría por una anterior declaratoria de este tipo y en la cual se habrían destinado 9.000 millones de pesos para obras de mitigación contra el invierno, pero que según el Concejo, se usaron para todo tipo de contratación.
Torres Serna aseguró que se encuentra actualmente de licencia no remunerada, pero también está a la espera de un recurso de apelación ante una sanción que le impuso en abril pasado la Procuraduría Regional de Bolívar con destitución e inhabilidad por 10 años por presuntas irregularidades presentadas en la declaratoria de urgencia manifiesta en el año 2009 y que se fundamentaron básicamente por haber usado este mecanismo sin existir las causas legales que exige la ley.
“Aquí lo que está pasando es que existe una ingobernabilidad porque el Alcalde ha querido gobernar solo y sin pasar los proyectos al Concejo para ser estudiados, incluyendo el propio plan de desarrollo, que hoy, trascurridos tres años de administración, ni siquiera conocemos ni sabemos por dónde va su cumplimiento”, cuenta Xavier Alfonso Blanco Arroyo, presidente del Concejo e integrante del mismo partido de Torres Serna, Cambio Radical.
Para Blanco Arroyo, la administración de Torres defraudó a las 10 mil personas que votaron por él y que no creían en ningún político, pero él logró convencer. “Una persona preparada como Torres, le quedó grande el cargo hasta el punto que batió el récord de poner más funcionarios encargados de la Alcaldía”, dice Blanco Arroyo detrás de su escritorio en el pequeño cuarto donde trabajan los 15 concejales en plenaria.
Para muchos, Torres Serna es un chiflado, pero para los que lo defienden es víctima de una serie de ataques que él ha hecho contra caciques políticos del municipio y de la región que se han robado el municipio, en otrora, más próspero de Los Montes de María y hasta con métodos apoyados en la violencia paramilitar.
“Yo fui derrotado dos veces antes de llegar a la Alcaldía de El Carmen de Bolívar. Mi programa de gobierno está allí, andando. En mis dos campañas anteriores a mi triunfo, siempre me caractericé por tener un frente claro en contra del paramilitarismo, al punto que hoy, en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, está radicada la demanda que puse para que el municipio sea declarado víctima del paramilitarismo”, cuenta Galo Torres en Cartagena y antes de salir hacia el funeral de un amigo en Santa Marta.
Torres asegura que siempre ha trabajado por causas nobles y en pro de las víctimas del paramilitarismo, pues dice haber exigido ante la Fiscalía y la misma Comisión Interamericana, que existan condenas y cárcel para las autoridades civiles de la época (Alcalde y Gobernador) por la masacre de El Salado, corregimiento de El Carmen.
“No tiene ningún sentido que ahora venga a decirme que soy paramilitar o que le pago a estos para que hablen o señalen a exalcaldes, como Otomar Láscarro, de nexos con este tipo de delincuentes, ni mucho menos que les envié dineros hasta sus lugares de reclusión en Barranquilla. El 99% de los casos donde me ha llamado a declarar la justicia he asumido mi propia defensa como abogado que soy o he utilizado abogados de oficio”, afirma Torres Serna.
El Alcalde se refiere a las recientes declaraciones del exalcalde Otomar Láscarro tras la versión entregada a la Fiscalía de Justicia y Paz de Barranquilla por Alexis Mancilla García, alias Zambrano, quien señaló a Lascarro de haber mandado a matar, cuando él estaba ejerciendo su cargo, a su escolta, el policía Ramón Villarreal.
“Alias El Pollo me contó, durante la etapa de desmovilización, que tenía mucha información de las actividades que él (Lascarro) como Alcalde hacía. El Pollo recibió dinero por la ejecución, la cual se llevó a cabo el 20 de agosto de 2003 cuando el uniformado iba de Barranquilla hacia Cartagena en un bus”, relató Zambrano en sus declaraciones al fiscal Fare Armando Arregocés.
¿Qué dice Lascarro?. Otomar Lascarro fue alcalde en el periodo 2001-2003 en El Carmen. Vive en una casa de frente amplio. Se ingresa por un garaje gigante que da a un patio con bohío de palma en el centro. Allí, EL HERALDO encontró al exalcalde sentado en un escritorio. Vestía bermudas de jean y camisa color mamón a cuadros, la cual atenuaba su contextura corporal, tan gruesa como su voz. Detrás de él hay un pendón con la fotografía de su esposa que tiene el lema “Tita, la mejor opción”.
Ella fue Congresista en dos periodos, cada uno de tres meses, en la Cámara de Representantes, y ahora es una de los tres candidatos fuertes que se pelearán la Alcaldía de El Carmen en octubre de un ramillete de 22 que dicen van a aspirar.
“Jamás he tenido en mi haber albergar tales pensamientos de matar ni mucho menos llevarlos al plano de la realidad. Nunca he tenido nexos con paramilitares y, por el contrario, cuando estuve en la Alcaldía lo primero que hice fue ordenar al Comandante de la Policía de la época que sacara a todos los paramilitares que se la pasaban armados en la plaza”, expresa Otomar Lascarro en la oficina que tiene cerca al comedor de su casa, la cual está llena de libros de Derecho y enciclopedias. Junto a él están oyendo atentamente la conversación su esposa y una hija.
Según Lascarro, la declaración de alias Zambrano fue orquestada por Galo Torres, a quien, asegura, denuncia por lo que llama una infamia para torpedear e intentar desprestigiar la campaña de su esposa a la Alcaldía. Así se lo hizo saber al Fiscal Delegado ante los jueces del Circuito, el pasado 12 de mayo, una vez conoció por Internet las noticias sobre la versión de Zambrano.
“Durante mi administración tuve cuatro guardaespaldas asignados por la Policía, a los cuales los hice miembros de mi familia, porque hasta dormían en mi casa. A nadie le cabe en la cabeza semejante mentira de que yo pensara siquiera mandar a matar a alguien que protegía mi vida y la de mi familia”, comenta Lascarro, al afirmar que tiene información de que Galo Torres le estaría entregando dinero a Zambrano para que declarara en su contra, y todo, afirma, porque dice haber destapado que el padre de Galo, Ramón Torres, pretendía que él certificara su condición de diputado para cobrar su pensión, sin haberlo sido.
Ante esto, Galo Torres dijo que si Lascarro cree que por eso lo va a callar, está muy equivocado.
“Todo el mundo sabe en El Carmen quién soy yo, y el señor Lascarro debe preguntarse quién es él, pues todos saben, y lo puede certificar la Asamblea Departamental, que mi padre sí fue diputado. Si mi padre hizo o no algo indebido, pues que lo juzgue la Justicia, pero a mí no me van a callar”, advierte Torres Serna, mientras para un taxi que lo lleve hasta la Terminal de Transportes de Cartagena a tomar un bus hacia Santa Marta para el sepelio de su amigo.
Mientras la polémica en El Carmen de Bolívar sigue, lo cierto es que los carmeros siguen añorando aquellos tiempos donde el municipio era el más próspero y feliz de Los Montes de María y, como dijera Lucho Bermúdez en su canción, una tierra de amores, de luz y alegría.
Por Elvis Martínez Bermúdez

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