CRISTO RAFAEL GARCÍA TAPIA
Ya esto es el colmo de los colmos. Y distinta de esta con la cual titulo mi columna, no hay palabra que alcance a expresar la impotencia y la rabia que producen tantos desafueros e iniquidades.
De esta nojoda, que siento brotar de lo más hondo y ofendido de mi alma. Y que sé, es también la que muchos, cientos, miles de colombianos, quisieran gritar desde las suyas para cuando menos mitigar la rabia y la impotencia, el asco y el desprecio que les producen las cientos, miles, incontables tropelías que en cada minuto de la vida de este país se cometen.
Sé que no serán pocos quienes desde su alma acompañen con la fuerza de su dignidad ofendida y contrariada esta exigua forma de decirle a los torcidos de esta Colombia que dejen ya de hostigarla, amedrentarla, secuestrarla, joderla y someterla a los vejámenes de la trampa, el pillaje y la corrupción.
No es posible, ¡nojoda!, que aquí no pase nada y nadie se inmute con lo que pasa. Que los pillos de todos los pelambres, clases y castas, nazcan, crezcan y se reproduzcan sin limitaciones, ni selección natural, en el que ya se convirtió en hábitat y escenario ventajoso para perpetuar tan perniciosa especie.
Una especie cuyo perfeccionamiento ha desbordado las “justas proporciones” y con vertiginosa prisa ha arropado y cubierto ya toda la geografía nacional y extendido sus tentáculos allende fronteras, mares, ríos y cordilleras, llevando, desde luego, su letal contaminación a otras latitudes.
Roben unos; chucen otros. Y los demás, intercepten a magistrados, jueces y políticos; persigan a la oposición; hagan propaganda negra contra la negra Piedad; desmovilicen y paguen bien a los simulados guerrilleros desmovilizados; hagan falsos positivos; ayuden a los más ricos con Agro Ingreso Seguro.
Paguen falsas recompensas; entreguen bienes incautados a los mafiosos a sus pares de otras mafias; abonen a las EPS más de la cuenta y cobren la coima; absténganse de investigar cualquier denuncia sobre malos manejos en la DNE; abran resorts en los cuarteles para los condenados por crímenes de lesa humanidad; cuidado con meterse con los socios políticos contratistas; tumben todos los controles de manejo de anticipos de obras públicas; contraten y cobren altas comisiones por adjudicar los contratos; abran la puerta de la casa de Nari y déjenla abierta para que entren Job y otros profetas y predicadores de su calaña.
Archiven la investigación en contra de los “hackers” que atacaron la Registraduría, (DAS, Ministerio de Defensa, Policía Nacional); usen los archivos de “Raúl Reyes” contra Hugo Chávez, Rafael Correa y la oposición.
Por todo lo que ahora se está destapando, uno casi acaba por creer que eran esas y no otras de mejor factura las directrices que se impartían desde las más altas instancias de un poder y un gobierno que quiso ser perpetuo.
A menos que quien mandaba, por estar tan ocupado en las menudencias de la parroquia, no se percatara de cuanto estaba ocurriendo adentro y afuera de la cuadra. De los desmanes de su ejército de palafreneros, chalanes, amansadores y jinetes, haciendo de las suyas.
Si lo último, entonces que respondan los que son y el que por omisión dejó que fuera.
¡Nojoda!
*Poeta
elversionista@yahoo.es
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